miércoles, 19 de noviembre de 2008


SÍ, POR DETRÁS DE LAS GENTES
TE BUSCO.
NO ES TU NOMBRE, SI LO DICEN,
NO ES TU IMAGEN, SI LA PINTAN.
DETRÁS, DETRÁS, MÁS ALLÁ.
(PEDRO SALINAS)
Más cine, más cine.

¡Por fin! Ya ha disfrutado de Quemar después de leer, de Ethan y Joel Coen. Ha costado pero ¡prueba superada!

Humor inteligente. ¿Es posible? Los Coen siempre lo han logrado. Quemar después de leer es una obra maestra menor en la que brillan con luz propia las sorpresas del guión (que no revelaré)y las interpretaciones de los actores: un desquiciado y desquiciante John Malkovich para el que los realizadores escribieron expresamente su papel; una gélida y distante Tilda Swinton; un inmaduro y cobarde George Clooney; una principesca y destronada Frances McDormand; y, sobre todo, un divertidísimo y bobalicón Brad Pitt que nos ofrece uno de sus personajes más geniales. Advertencia: para disfrutar de este personaje es imprescindible la versión original, por que, a la gesticulación, Brad Pitt suma unos recursos de dicción excepcionales. Así que seré uno más de los que reivindicarán a éste como actor cómico revelación de la temporada.

Es indudable. Los Coen son magistrales en el momento de que un argumento marcado por la tragedia devenga en una comedia esperpéntica acerca de la estupidez humana, una comedia idiota, en la que la parodia salpica al espectador recordándole que, quizá, el también se mueve en su vida por comportamientos idiotas. ¡Hasta el argumento del filme es idiota!

Larga vida a los Coen. Que conseguir que yo ría es muy complicado.

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