miércoles, 5 de noviembre de 2008


EL VIENTO ES UN CABALLO:
ÓYELO CÓMO CORRE
POR EL MAR, POR EL CIELO.
(PABLO NERUDA)


Tardes oscuras, gentes opacas.
Añoro la luz.
Añoro el azul.
Mi corazón se pierde en el mar.
El mar se pierde en mi corazón.
Comprendo lo que expresó el poeta:

No sé si el mar es, hoy,
-adornado su azul de innumerables
espumas-,
mi corazón; si mi corazón -hoy
adornada su grana de incontables
espumas-,
es el mar. Entran, salen
uno de otro, plenos e infinitos,
como dos todos únicos.
A veces, me ahoga el mar el corazón,
hasta los cielos mismos.
Mi corazón ahoga el mar, a veces,
hasta los mismos cielos.

Pertenece a Juan Ramón Jiménez. Está recogido en Diario de un poeta recién casado (1917).
Y la foto superior está tomada en el Cabo de Gata, en Almería.

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