viernes, 31 de enero de 2014

 HAY PALABRAS QUE SUBEN COMO EL HUMO,
Y OTRAS QUE CAEN COMO LA LLUVIA.
(MARQUESA DE SÉVIGNÉ)

De nuevo, Pablo Neruda...

LLUEVE...

Llueve
sobre la arena, sobre el techo
el tema
de la lluvia:
las largas eles de la lluvia lenta
caen sobre las páginas
de mi amor sempiterno,
la sal de cada día:
regresa lluvia a tu nido anterior,
vuelve con tus agujas al pasado:
hoy quiero el espacio blanco,
el tiempo de papel para una rama
de rosal verde y de rosas doradas:
algo de la infinita primavera
que hoy esperaba, con el cielo abierto
y el papel esperaba,
cuando volvió la lluvia
a tocar tristemente
la ventana,
luego a bailar con furia desmedida
sobre mi corazón y sobre el techo,
reclamando
su sitio,
pidiéndome una copa
para llenarla una vez más de agujas,
de tiempo transparente,
de lágrimas.

viernes, 24 de enero de 2014

SÓLO HAY UNA FORMA DE RESISTIR AL FRÍO:
ESTANDO CONTENTO DE QUE HAGA FRÍO.
(EMILE AUGUSTE CHARTIER)

Entremos en calor evocando las imágenes que emanan de este poema de Pablo Neruda:

Llega el invierno. Espléndido dictado
me dan las lentas hojas
vestidas de silencio y amarillo.

Soy un libro de nieve,
una espaciosa mano, una pradera,
un círculo que espera,
pertenezco a la tierra y a su invierno.

Creció el rumor del mundo en el follaje,
ardió después el trigo constelado
por flores rojas como quemaduras,
luego llegó el otoño a establecer
la escritura del vino:
todo pasó, fue cielo pasajero
la copa del estío,
y se apagó la nube navegante.

Yo esperé en el balcón tan enlutado,
como ayer con las yedras de mi infancia,
que la tierra extendiera
sus alas en mi amor deshabitado.

Yo supe que la rosa caería
y el hueso del durazno transitorio
volvería a dormir y a germinar:
y me embriagué con la copa del aire
hasta que todo el mar se hizo nocturno
y el arrebol se convirtió en ceniza.

La tierra vive ahora
tranquilizando su interrogatorio,
extendida la piel de su silencio.

Yo vuelvo a ser ahora
el taciturno que llegó de lejos
envuelto en lluvia fría y en campanas:
debo a la muerte pura de la tierra
la voluntad de mis germinaciones.

viernes, 10 de enero de 2014

POR NUESTRA CODICIA LO MUCHO ES POCO;
POR NUESTRA NECESIDAD, LO POCO ES MUCHO.
(FRANCISCO DE QUEVEDO)

Inicio esta entrada del blog con la vehemente expresión de mi anhelo de que este 2014 suponga para todos una etapa de positiva plenitud.
Dicho esto, qué mejor que comenzar el presente periplo con una cita de mi admirado Quevedo, una cita aplicable a muchos de los aspectos vitales que nos rodean, aunque, en este caso, me limite a valorar la segunda entrega de El hobbit, largometraje (y qué bien le viene la denominación) del avariento hasta la agonía Peter Jackson.

En verdad, había pensado remitiros a la valoración que ya escribí en su momento acerca de la primera película de la serie. Y es que mi opinión ha variado en poco por no decir en nada. Pero, en fin, opto por ofreceros un resumen de mis impresiones sobre La desolación de Smaug: mantengo que es innecesaria la adaptación del libro en una trilogía cinematográfica; que, en el caso de acometerla, también es innecesario que cada parte de las tres ofrezca una duración tan vasta; e igualmente mantengo que tanto barroquismo visual (mejor resuelto que en la primera parte, eso sí) y argumental (sin nada que ver con ser fiel o no al texto original), me genera la sensación de la absoluta vacuidad de un producto que, concebido con el propósito de entretener, acaba por incomodar. Y vuelvo a recomendaros que reflexionéis sobre la cita del poeta en relación con esta última afirmación.

Queridas perráncanas y estimados perráncanos, seguimos en contacto.