martes, 16 de diciembre de 2014

EL RECUERDO, COMO UNA VELA,
BRILLA MÁS EN NAVIDAD.
(CHARLES DICKENS)

Aprovecho para desearos muchas carcajadas para estas fechas venideras y para todo el año que nos espera por delante, ese 2015 agazapado detrás de la esquina.
¡Hasta pronto!

jueves, 4 de diciembre de 2014

 EL BIEN PUEDE RESISTIR DERROTAS; EL MAL, NO.
(RABINDRANATH TAGORE) 

Seguimos en el mundo de las series televisivas.

La tercera temporada de Érase una vez, esa relectura de los cuentos de toda la vida, parece demostrar el agotamiento de la idea. Los guionistas hilan con poca finura (y originalidad) y creo que aburre en demasía el discurso de los buenos sentimientos y de lo que significa la familia, condenada a entenderse a pesar de su desestructuración. Además, muchos de sus personajes me resultan odiosos, llevándose la palma el patético niño Henry Mills (Jared S. Gilmore) y su insoportable bisabuelo Peter Pan, interpretado por un hierático Robbie Kay.

Más entretenida me ha resultado la primera temporada de Agentes de SHIELD, a pesar de lo previsible de su argumento. Y nada más que reseñar en este producto, fiel a las convenciones del género.

Por último, he de admitir que, con tan sólo dos episodios visionados de la primera temporada de Los Originales, me declaro fan incondicional del híbrido sociópata vampirilicántropo Niklaus Mikaelson (Joseph Morgan). Con él, completo mi triunvirato de nosferatus, junto al abuelo Drácula y el decadente Lestat. Espero que a los guionistas de la serie no les dé por el juego de la redención, una constante en este género de historias. Además, otro acierto de la serie es ambientar los vaivenes sobrenaturales en la ciudad de Nueva Orleans, dejando atrás los ya casi insufribles triángulos amorosos adolescentes de Crónicas vampíricas.

¡Hasta pronto!

jueves, 13 de noviembre de 2014

LA VIDA ES UNA OBRA QUE NO PERMITE ENSAYOS.
CANTA, RÍE, BAILA, LLORA, VIVE INTENSAMENTE
ANTES DE QUE EL TELÓN BAJE.
(CHARLES CHAPLIN)

Y seguimos con el comentario de las ultimas series puestas al día. Hoy, con una mención especial al humor.

La séptima temporada de The Big Bang Teory no es más que una prolongación de los personajes y las situaciones de temporadas anteriores. Sí echo en falta que se potencien y expriman las excentricidades de Sheldon, sin quien esta comedia de situación carecería de sentido.

Por su parte, la decimotercera temporada de Padre de familia logra, en algunos de sus episodios,unas cotas casi insuperables de gamberrismo absurdo, cínico y crítico. Adoro los títulos de crédito iniciales en que se parodian otras series de animación. No os la perdáis si este tipo de humor es el vuestro.

Dentro de otro género, el del misterio y el terror, la tercera temporada de American Horror Story: Coven, dedicada a la brujería, me ha gustado menos que las dos anteriores (si bien el episodio del ataque zombie me resultó sublime). Creo que las situaciones y algunos personajes quedan desaprovechados y que los guionistas andaban escasos de ideas frescas.

Por su parte, la tercera temporada de Grimm es entretenida y esto ya es bastante. Incluso hay detalles gore que se agradecen. Para acabar, aún se encuentra en estado de previsión la primera temporada vampírica de Los Originales, a la que se ha unido la primera temporada de Sleepy Hollow.

En cuanto a la tercera temporada de Homeland, he de decir que he llegado hasta el episodio seis y que esta lentitud se debe a que no me está enganchando tanto como las dos primeras. Todo lo contrario que me ha ocurrido con la primera temporada de Los mosqueteros, una maravillosa producción de la BBC que se permite ampliar con acierto el archi-conocido universo de los personajes de Alejandro Dumas. También me está convenciendo, poquito a poco, la primera temporada de otro universo ampliado televisivamente, el de Marvel, a través de su serie Agentes de Shield.

¡Hasta pronto, perráncanos y perráncanas! (¡Cuánto tiempo sin emplear este apelativo!) 

jueves, 23 de octubre de 2014



Pues sí... Como quien no quiere la cosa, y aunque no lo parezca, el otoño ya está aquí.

Aquí queda este poema, Alma ausente, de Federico García Lorca como muestra.

El otoño vendrá con caracolas,
uva de niebla y montes agrupados,
pero nadie querrá mirar tus ojos
porque te has muerto para siempre.

En otro orden de cuestiones, continúo en el proceso de actualizarme en series de televisión en un momento en que se han juntado varias terceras temporadas: las de Homeland, Grimm y American Horror Story: Coven.

Por otra parte, he finalizado la quinta temporada de Crónicas vampíricas. A pesar de mi conocida querencia por el tema, la serie ya se ha convertido, según mi modesta opinión, en un más de lo mismo, y mi único entretenimiento consiste en contabilizar cuántos cuellos se parten a troche y moche (ante cualquier problema con alguien, rómpele el cuello y sal corriendo), y en apostar por quién puede morir y/o volver a la vida o la no-vida. De hecho, en uno de los contenidos extras, los mismos actores bromean acerca de estos temas, demostrando que se les escapan o difuminan los giros argumentales que juegan con dichas posibilidades. En fin, en cuanto supere la resaca de colmillos adolescentes, tengo previsto visionar la primera temporada de Los Originales, serie nacida a la penumbra de la anterior.

¡Hasta pronto! 

viernes, 26 de septiembre de 2014

CREO QUE LA ANSIEDAD QUE CIRCULA EN MI VIDA
NACE DE UN DESEQUILIBRIO
ENTRE LO QUE SOY Y LO QUE DEBERÍA SER.
MI ANSIEDAD NO SE ORIGINA EN UNA VISIÓN DE FUTURO,
SINO EN EL DESEO DE SUJETARLO A MI VOLUNTAD.
(HUGH PRATHER)

Dejo constancia, nuevamente, de mis incursiones tardías en las series de televisión.
De la cuarta temporada de The Walking Dead me quedo (¡qué disfrute en el preciso momento!) con los episodios dedicados a la reaparición Gobernador y su conclusivo asalto a la prisión en que se aloja el grupo de supervivientes protagonistas. También, y debido a otro orden de motivos, me resultó impactante el episodio llamado "La arboleda" con su tratramiento de la niña aprendiz de psicópata.

Además, desde finales de agosto, estoy visionando, de una tirada, todas las temporadas de Prison Break. Aún ando por los últimos episodios de la cuarta y última temporada, pero puedo constatar que, dentro de sus parámetros de serie de acción, los giros de guión resultan, en ocasiones, casi rocambolescos. No obstante, admito que las andanzas de los hermanos enganchan. Igualmente compruebo que, en la cuestión de eliminación de personajes, alcanza cotas tan elevadas como en su día lo hacían Perdidos o la anteriormente mencionada serie de zombies.

En cuanto a otros asuntos, el menda se encuentra en periodo de adaptación, sobre todo en lo referente a los intempestivos horarios que marcan su existencia.

¡Hasta pronto!

viernes, 5 de septiembre de 2014

ES EXTRAÑA LA LIGEREZA
CON QUE LOS MALVADOS
CREEN QUE TODO LES SALDRÁ BIEN.
(VICTOR HUGO)

Cada día más sorprendido...

Ahí queda este poema de Manuel Altolaguirre.

Maldad 

El silencio eres tú.
Pleno como lo oscuro,
incalculable
como una gran llanura      
desierta, desolada,
sin palmeras de música,
sin flores, sin palabras.      
Para mi oído atento
eres noche profunda
sin auroras posibles.      
No oiré la luz del día,
porque tu orgullo terco,
rubio y alto, lo impide.      
El silencio eres tú:
cuerpo de piedra.

Posdata para mi estimado Findecano: Aparte de que me alegro muy mucho de saber de vuecencia, agradezco tus recomendaciones. Historia de dos ciudades, de Charles Dickens, como cualquiera de sus novelas, ocupa un lugar destacado en mi biblioteca personal. Y El Corsario Negro, de Emilio Salgari, me trae a la memoria algunos de los mejores momentos de las lecturas de mi (cada vez más lejana) adolescencia.

¡Hasta pronto! 

lunes, 25 de agosto de 2014

TODO CONCLUYE, PERO NADA PERECE.
(SÉNECA)

¡Qué poquito, qué poquito queda...!

Varios libros han pasado por mis manos durante estos días estivales: concluí la estupenda cuarta entrega de Canción de hielo y fuego: Festín de cuervos, de George R. R. Martin, y acabo de iniciar la quinta, Danza de dragones; y comencé y aparqué Las aventuras de un chino en China, de Julio Verne, y el Diario de Ana Frank. Ya las retomaré con tranquilidad. 

El caso es que me apetecía dejarme acompañar de algo mucho más liviano y fácil de leer y cuyo argumento girara en torno a lo fantástico y/o terrorífico. Así que aproveché la oferta ofrecida en el escaparate de una librería y adquirí la enorme novela de un antiguo conocido que en su día (cosas de la edad) me atrapó con muchas de sus piezas clásicas: La cúpula, de Stephen King. Las mil y pico páginas de la narración se leen en un santiamén, lo cual se agradece; por ellas pulula, si bien se echa en falta al consabido escritor y/o profesor traumatizado, una multitud de personajes de caracteres muy arquetípicos de esta clase de obras (el del malvado segundo concejal resulta divertido por lo simplón); y, como ya es habitual en él, el autor parte de una interesante idea que acaba por desarrollar de una forma poco fructífera y que concluye con otro de sus habituales remates apocalípticos. Ah, y sin que falte la merecida reflexión: no hay que jugar con las hormiguitas.

En definitiva, un libro de consumo, ligero y apropiado para estas fechas u otras similares. 

Más suerte para otros productos, míster King.

¡Hasta pronto!  

martes, 29 de julio de 2014

AQUEL QUE QUIERA CONSTRUIR TORRES ALTAS,
DEBERÁ PERMANECER LARGO TIEMPO EN LOS FUNDAMENTOS.
(ANTON BRUCKNER)

Mi puesta al día en series de televisión se caracteriza por ser lenta y, casi siempre, cuando ya está todo dicho sobre ellas. Pero no creo hacer mal a nadie por ofrecer una somera valoración de mis últimos momentos de la ficción catódica. Así que...

Comienzo por la sexta temporada de TrueBlood, serie sobre vampiros (y si hay chupasangres ya me han ganado) y otros seres sobrenaturales. Aunque ya se le nota ciertas señales de desgaste, al menos me siguen sorprendiendo los desquiciados, viscerales y sexuales argumentos de la panda de Sookie Stackhouse, completamente ajenos a la línea argumental que la autora Charlaine Harris ofrece en las novelas en que se basa la serie. Me he divertido y espero con ansia la séptima y última temporada.

Un estupendo ejemplo de cómo con poco se puede ofrecer mucho: me refiero a la tercera temporada de la serie británica (en esto los ingleses son maestros) Luther. Sólo cuatro episodios para ahondar en la personalidad del policía caza-psicópatas componen esta magnífica tercera tanda.

Dando otro paso por esta zona, algo apenado me deja el final de uno de mis psicópatas favoritos, Dexter. Su séptima y última temporada contiene algún que otro pantallazo memorable (como el del trayecto en coche desde los Cayos a Miami que realiza una temible familia feliz), pero la serie ya estaba debilitada desde hacía bastante tiempo. No obstante, soy de la opinión de que el shakesperiano final no es el que se merecía este peculiar hombre de la sangre.

Por su parte, y ya inmerso en su última temporada, el devenir de Breaking Bad no deja de ser también curioso. Vistas de un tirón las temporadas cuatro y cinco, comprendo su valorada aportación al género. Únicamente diré que es una de las series que más me ha inquietado y desazonado, a pesar de los abundantes salpimentados de humor sanamente ácido que aderezan la función.

Y, finalmente, la primera temporada de Homeland me promete (eso espero) igualmente encuentros futuros deleitables. Aunque los primeros episodios no acababan de engolfarme, el clima in crescendo del resto de los capítulos acabó por convencerme.

Bueno, ya está bien por ahora. 

¡Hasta pronto y que el verano os sea provechoso y dichoso!

martes, 15 de julio de 2014

 EL ENTRETENIMIENTO Y EL APRENDIZAJE
NO SE OPONEN.
EL ENTRETENIMIENTO PUEDE SER
EL MODO MÁS EFECTIVO DE APRENDER.
(HERBERT MARCUSE)

Me reafirmo en mi decisión para este periodo estival: pleno descanso, tanto a nivel mental como físico.

Ilustro esta entrada con otras tres imágenes de la última representación teatral, una adaptación bastante fiel de Tres sombreros de copa, de Miguel Mihura. Paso a comentarlas brevemente.

En la primera fotografía aparecen doña Pura (Marta Marruecos), la futurible suegra doña Sacramento (Leticia Nguyen) y don Rosario (José Manuel Fernández) reprendiendo a Dionisio (Adrián Polo) por haber descuidado durante unas horas la relación con su prometida Marga.
La segunda imagen, que se corresponde con la escena de la fiesta, ofrece en primer término a la cantante de ópera madame Olga (Andrea Polo) y a su pretendiente, el muchachote deportista Rodolfo (David López-Huertas), mientras este comprueba que han dado buena cuenta del contenido de la botella. Detrás de ellos, se encuentran doña Pura y una de las pizpiretas cabareteras, Carmela (Lorena Sánchez).

Y, por último, en la tercera fotografía aparece, casi de espaldas, un descubrimiento tardío para el mundo del espectáculo: José Luis Moya interpretando a Mariano, un surrealista cazador de nacionalidad alemana.  De perfil, si bien como público, igualmente aparece en la esquina inferior derecha Adrián Muñoz, uno de los mejores actores que han pasado por este grupo de teatro.

En la próxima actualización valoraré mis últimas incursiones en la lectura, el cine y las series de televisión.

¡Hasta pronto!

jueves, 3 de julio de 2014


EL SABIO USO DEL OCIO ES UN PRODUCTO
DE LA CIVILIZACIÓN Y DE LA EDUCACIÓN.
(BERTRAND ARTHUR WILLIAM RUSSELL)

Por fin, y a pesar de que constato que el tiempo ha pasado más que volando, llega el ansiado periodo vacacional. Objetivo para estos días: además de gozar de momentos con mi gente querida, mucho, mucho, mucho descanso y ser vapuleado por la lectura y el cine. Aquí queda dicho.

Os dejo también constancia, con las fotografías superiores, de la última obra que he llevado al escenario: una versión (esta vez bastante fiel) de la comedia del absurdo por excelencia de nuestra literatura: Tres sombreros de copa, de Miguel Mihura. Por cierto, debo afirmar que ha sido, quizá, una de las obras cuyo resultado final más me ha satisfecho.

En la primera imagen aparecen Dionisio (Adrián Polo), el protagonista de la obra, junto a don Rosario (José Manuel Fernández), dueño del hotel en el que éste se aloja la noche antes de su boda, y doña Pura (Marta Marruecos), hermana del segundo y personaje creado ex profeso para esta versión.

La segunda fotografía recoge el momento en que el bailarín Buby (Antonio Rodríguez), convertido a la sazón en un cubano de armas tomar, y Dionisio contemplan a la protagonista, Paula (María García), realizar malabares con los sombreros que dan nombre a la obra.

Y la tercera y última se corresponde con la escena del caótico baile que tiene lugar en la habitación de Dionisio, en la que se encuentran, entre otros, la cabaretera Sagra (Laura Moreno), el cazador alemán Mariano (José Luis Moya) y sus inefables conejos, doña Pura en pleno acto danzarín, la cantante de ópera madame Olga (Andrea Polo) -que en la obra original era una mujer barbuda- y el muchachote deportista Rodolfo (David López-Huertas).

Sólo me resta desearos también un verano espléndido y prometeros que pronto escribiré un poquito más.

¡Ah, y de regalo, el vídeo que testimonia los días que el pasado mes de abril vivimos en Londres!


martes, 17 de junio de 2014

SOLAMENTE AQUEL QUE CONSTRUYE EL FUTURO
TIENE DERECHO A JUZGAR EL PASADO.
(FRIEDRICH NIETZSCHE)

Con un cierto retraso (asistí a lo proyección de esta película el mismo fin de semana de su estreno), comento, desde mi más que reconocida ignorancia del universo Marvel, la última película de Bryan Singer sobre los mutantes y sus fluctuantes emociones, X-Men: Días del futuro pasado.

Reconozco que las peripecias de este amplio grupo de personajes, al que he llegado, como en otros casos, a través de cómics recopilatorios de los años 60 y 70, me resultan de los más atractivas, quizá por el hecho de que es no es difícil conectar con algún que otro miembro de este variopinto equipamiento y de que, en ocasiones, mis personales mutaciones me han acercado psicológicamente a los elegidos como favoritos (qué curioso, a mí Lobezno ni fu ni fa). Pero ahí acaba toda clase de afectividad, ya que la lectura de estos tebeos, de cualquier hijo o hija de Stan Lee, al final, se me hace muy cuesta arriba y la abandono hasta mejores fechas del futuro.

Así que me voy a limitar a enumerar aquello que más me ha gustado o impactado del largometraje (que, por informaciones ajenas, sé que se aleja en varios grados del argumento del cómic en el que se inspira), no sin antes concluir que, en general, este es un filme digno de disfrutarse en la gran pantalla.

Lo mejor, sin duda, las escenas con el veloz Mercurio (Evan Peters). En concreto, la que tiene lugar en los sótanos del Pentágono, cuando deciden liberar al joven Magneto (Michael Fassbender), la considero la más espectacular de todo el largometraje y, tal vez, de toda la saga. Igualmente destaco el clímax final, el momento en que Magneto ataca la Casa Blanca (lo que les gusta a los cineastas americanos destruir este emblema del poder político; ¿para cuándo algo similar en nuestra cinematografía?) empleando como arma arrojadiza un estadio de béisbol.

Lo peor, y aquí prima quizá mi subjetividad más exacerbada, es que echo en falta que le dediquen más tiempo a los apocalípiticos acontecimientos del futuro, equilibrándolos de esta forma con los del incierto pasado. Y, lo siento muy mucho, no pude evitar que, cada vez que aparecía el personaje del científico Bolivar Trash (Peter Dinklage), mi mente me condujera hasta el Tyrion Lannister de Juego de Tronos. Qué le vamos a hacer.

¡Hasta pronto!

viernes, 23 de mayo de 2014

UNA TRAGEDIA PUEDE LLEGAR A SER
EL MAYOR DE NUESTROS BIENES
SI NOS LA TOMAMOS DE UNA MANERA
QUE NOS PERMITA CRECER.
(LOUISE HAY) 

La nueva reinvención del mítico monstruo japonés en el filme Godzilla, del director británico Gareth Edwards, puede provocar sentimientos encontrados.

Por un lado, es innegable que, aparte de las conexiones con Monstruoso (2008), dirigida por Matt Reeves o Monsters (2010), obra del mismo autor que este Godzilla, quienes hayan visto alguna de las películas originales (entre los que me incluyo, pues son referente de los cines de verano de mi infancia) disfrutarán durante el proceso de reconocer la más que cacareada afinidad con estos largometrajes. De estos referentes, destaco de forma especial la herencia en el diseño del monstruo y de los decorados urbanos, la dualidad moral que se desprende del comportamiento de la bestia (¿es bueno o malo?) y, cómo no, el actualizado transfondo de enseñanza ecológica (un punto en común con otros productos cinematográficos catastrofistas actuales). Y si me preguntáis con qué escena me quedo, me impactó la que se desarrolla en unas vías ferroviarias.

Por otro, también es cierto que hay tramos argumentales, dentro de la película, que se antojan aburridos e insufribles y que la carga del mensaje familiar (algo también compartido con otras películas contemporáneas) a mí, particularmente, me sobra.

Y termino admitiendo que el Godzilla lagartija, que en 1998 dirigió Roland Emmerich, hoy tan denostada, a mí me resultó entretenida al entender que no había que pedirle más a una película que responde a los esquemas propios de un determinado cine.

Dicho esto, ¡hasta pronto! 

jueves, 15 de mayo de 2014

LA PRIMAVERA BESABA
SUAVEMENTE LA ARBOLEDA,
Y EL VERDE NUEVO BROTABA
COMO UNA VERDE HUMAREDA.
(ANTONIO MACHADO)

Breve actualización para saludar a la primavera con los anteriores versos de Antonio Machado y estos de Pablo Neruda, recogidos bajo el título Con Quevedo, en primavera:

Todo ha florecido en
estos campos, manzanos,
azules titubeantes, malezas amarillas,
y entre la hierba verde viven las amapolas.
El cielo inextinguible, el aire nuevo
de cada día, el tácito fulgor,
regalo de una extensa primavera.
Sólo no hay primavera en mi recinto.
Enfermedades, besos desquiciados,
como yedras de iglesia se pegaron
a las ventanas negras de mi vida
y el sólo amor no basta, ni el salvaje
y extenso aroma de la primavera.

Y para ti qué son en este ahora
la luz desenfrenada, el desarrollo
floral de la evidencia, el canto verde
de las verdes hojas, la presencia
del cielo con su copa de frescura?
Primavera exterior, no me atormentes,
desatando en mis brazos vino y nieve,
corola y ramo roto de pesares,
dame por hoy el sueño de las hojas
nocturnas, la noche en que se encuentran
los muertos, los metales, las raíces,
y tantas primaveras extinguidas
que despiertan en cada primavera.

En la imagen una estupenda panorámica de Trafalgar Square, cedida por una de las integrantes del grupo de mi última visita a Londres.

¡Hasta pronto!

viernes, 25 de abril de 2014

NO HAY HOMBRE MÁS COMPLETO
QUE AQUEL QUE HA VIAJADO MUCHO,
QUE HA CAMBIADO VEINTE VECES
DE FORMA DE PENSAR Y DE VIVIR.
(ALPHONSE DE LAMARTINE)

No tengo remedio... Así que, para arrojar el lastre de la culpabilidad, no volveré a entonar el mea culpa por no actualizar con más frecuencia este blog. Pero, eso sí, quiero agradecer vuestra paciencia y generosidad. Un agradecimiento hoy, de manera muy especial, para Cosmin: me alegró ilimitadamente saber de ti.
En la fotografía podéis observar un detalle de la estación de King's Cross Saint Pancras. Ya sabéis que hace unas semanas estuve por Londres, desempeñando funciones de cuidador de variopinto alumnado, y hubo un día en que nos dio por concluir la jornada visitando el barrio donde se ubica este histórico y también literario lugar ("¡la estación de Harry Potter!", exclamaban ellas y ellos).

¿Que cómo me lo he pasado? Pues, con sinceridad, y a pesar de tener que frenar alguna que otra salida de tono de efervescentes personalidades, ha resultado ser uno de los viajes de estas características con los que más he disfrutado. ¿Por qué? Muy sencillo: porque se han producido situaciones inteligentemente absurdas (cuando no surrealistas) que han provocado momentos de sanadoras carcajadas. En definitiva, éste ha sido un viaje (aunque haya gente que no se lo crea) muy reparador.

Ahora únicamente queda desear que, durante este último tramo de curso, al menos se mantengan las energías recuperadas.

¡Hasta pronto, buena gente!

viernes, 28 de marzo de 2014

HAY DOS LUGARES EN EL MUNDO
EN LOS QUE UNA PERSONA PUEDE DESAPARECER
POR COMPLETO: LONDRES Y LOS MARES DEL SUR.
(HERMAN MELVILLE)

¡Más de un mes sin actualizar este blog! Miles de disculpas por mi parte, que soy un descastado que se deja arrastrar por cualquier excusa a la hora de organizar su tiempo y siempre opta por dejar esta tarea para el final.

En fin, y sintetizando, quiero comentaros que durante estos días, por mediación de una colega del trabajo, he acogido en casa a un lindo gatito al que algún ejemplar de nuestra excelsa raza humana ha maltratado a base de perdigonazos hasta el punto de que ha perdido el ojo izquierdo. El mimoso felino ha sido bautizado con el nombre de Pirata, en honor a su minusvalía, y se ha convertido en un estupendo compañero de espacio. Ahora sólo me queda desear que encuentre un buen hogar que lo adopte de forma definitiva. En la próxima actualización prometo ofrecer una fotografía del corsario.

Y la otra noticia (y de ahí la imagen superior) es que en una semana vuelvo a pasar unos días en Londres, esta vez como acompañante de un pequeño grupo de pulianeras y pulianeros egregios. Prometo igualmente revelar algunas anécdotas de tan (¿y por qué no?) deseado viaje. Como avance de con qué tipo de gente me voy a mover, aquí os regalo un micro-cortometraje, titulado "Las pasiones de Enrique Alberto Walter Javier", que me han entregado como trabajo trimestral de la asignatura Proyecto Integrado: Taller de Cine. La diversión está asegurada.

¡Hasta pronto!



jueves, 13 de febrero de 2014

COMO EL MAR QUIERE A SU AGUA:
DESDE FUERA, POR ARRIBA,
HACIÉNDOSE SIN PARAR CON ELLA 
TORMENTAS, FUGAS, ALBERGUES, DESCANSOS, CALMAS.
(PEDRO SALINAS)

Harto del temporal, aunque parece que nos ofrece una tregua...

Suavicemos los ánimos con este poema de Mario Benedetti.


Un perro ladra en la tormenta
y su aullido me alcanza entre relámpagos
y al son de los postigos en la lluvia

yo sé lo que convoca noche adentro
esa clamante voz en la casona
tal vez deshabitada

dice sumariamente el desconcierto
la soledad sin vueltas
un miedo irracional que no se aviene
a enmudecer en paz

y tanto lo comprendo
a oscuras / sin mi sombra
incrustado en mi pánico
pobre anfitrión sin huéspedes

que me pongo a ladrar en la tormenta.

viernes, 31 de enero de 2014

 HAY PALABRAS QUE SUBEN COMO EL HUMO,
Y OTRAS QUE CAEN COMO LA LLUVIA.
(MARQUESA DE SÉVIGNÉ)

De nuevo, Pablo Neruda...

LLUEVE...

Llueve
sobre la arena, sobre el techo
el tema
de la lluvia:
las largas eles de la lluvia lenta
caen sobre las páginas
de mi amor sempiterno,
la sal de cada día:
regresa lluvia a tu nido anterior,
vuelve con tus agujas al pasado:
hoy quiero el espacio blanco,
el tiempo de papel para una rama
de rosal verde y de rosas doradas:
algo de la infinita primavera
que hoy esperaba, con el cielo abierto
y el papel esperaba,
cuando volvió la lluvia
a tocar tristemente
la ventana,
luego a bailar con furia desmedida
sobre mi corazón y sobre el techo,
reclamando
su sitio,
pidiéndome una copa
para llenarla una vez más de agujas,
de tiempo transparente,
de lágrimas.

viernes, 24 de enero de 2014

SÓLO HAY UNA FORMA DE RESISTIR AL FRÍO:
ESTANDO CONTENTO DE QUE HAGA FRÍO.
(EMILE AUGUSTE CHARTIER)

Entremos en calor evocando las imágenes que emanan de este poema de Pablo Neruda:

Llega el invierno. Espléndido dictado
me dan las lentas hojas
vestidas de silencio y amarillo.

Soy un libro de nieve,
una espaciosa mano, una pradera,
un círculo que espera,
pertenezco a la tierra y a su invierno.

Creció el rumor del mundo en el follaje,
ardió después el trigo constelado
por flores rojas como quemaduras,
luego llegó el otoño a establecer
la escritura del vino:
todo pasó, fue cielo pasajero
la copa del estío,
y se apagó la nube navegante.

Yo esperé en el balcón tan enlutado,
como ayer con las yedras de mi infancia,
que la tierra extendiera
sus alas en mi amor deshabitado.

Yo supe que la rosa caería
y el hueso del durazno transitorio
volvería a dormir y a germinar:
y me embriagué con la copa del aire
hasta que todo el mar se hizo nocturno
y el arrebol se convirtió en ceniza.

La tierra vive ahora
tranquilizando su interrogatorio,
extendida la piel de su silencio.

Yo vuelvo a ser ahora
el taciturno que llegó de lejos
envuelto en lluvia fría y en campanas:
debo a la muerte pura de la tierra
la voluntad de mis germinaciones.

viernes, 10 de enero de 2014

POR NUESTRA CODICIA LO MUCHO ES POCO;
POR NUESTRA NECESIDAD, LO POCO ES MUCHO.
(FRANCISCO DE QUEVEDO)

Inicio esta entrada del blog con la vehemente expresión de mi anhelo de que este 2014 suponga para todos una etapa de positiva plenitud.
Dicho esto, qué mejor que comenzar el presente periplo con una cita de mi admirado Quevedo, una cita aplicable a muchos de los aspectos vitales que nos rodean, aunque, en este caso, me limite a valorar la segunda entrega de El hobbit, largometraje (y qué bien le viene la denominación) del avariento hasta la agonía Peter Jackson.

En verdad, había pensado remitiros a la valoración que ya escribí en su momento acerca de la primera película de la serie. Y es que mi opinión ha variado en poco por no decir en nada. Pero, en fin, opto por ofreceros un resumen de mis impresiones sobre La desolación de Smaug: mantengo que es innecesaria la adaptación del libro en una trilogía cinematográfica; que, en el caso de acometerla, también es innecesario que cada parte de las tres ofrezca una duración tan vasta; e igualmente mantengo que tanto barroquismo visual (mejor resuelto que en la primera parte, eso sí) y argumental (sin nada que ver con ser fiel o no al texto original), me genera la sensación de la absoluta vacuidad de un producto que, concebido con el propósito de entretener, acaba por incomodar. Y vuelvo a recomendaros que reflexionéis sobre la cita del poeta en relación con esta última afirmación.

Queridas perráncanas y estimados perráncanos, seguimos en contacto.