lunes, 31 de mayo de 2010


LA OCIOSIDAD CAMINA CON LENTITUD,
POR ESO TODOS LOS VICIOS LA ALCANZAN.
(SAN AGUSTÍN)

En un alarde de originalidad he rebautizado Prince of Persia con el título de Prince of Pelma.

Lenta, aburrida en algunos tramos, innecesaria en casi cuarenta y cinco minutos de su metraje (y si dura alrededor de dos horas, hagan cuentas).

Jake Gyllenhaal pone caritas de héroe simpático a golpe de gimnasio y produce urticaria. Poca química demuestra con Gemma Arterton, que va de guapa y sensual -que lo es- para convertirse en una heroína descafeinada y prácticamente prescindible (pero hay que cumplir con la cuota de tensión sexual). Y el infame de la función, Ben Kingsley, parece sentirse incómodo en su rol (o acaso feliz por embolsarse un sueldo por apenas componer un personaje tan plano que no requiere esfuerzo alguno).

El director Mike Newell y su cohorte de guionistas han perpetrado una función de paupérrimo divertimento, de la que únicamente se salvan los concienciados ladrones del desierto y una banda de asesinos que se merecen para sí una película enterita.

En cuanto a los efectos especiales, cumplen de sobra. Aunque no contribuyen a disminuir la sensación de que este producto devenga en cansino y bostezante.

Tanto para nada.

Posdata 1: Corpus en Granada. Fiesta. Y un clima de escándalo. Disfrutaré y os lo contaré.

Posdata 2: Quiero dejar constancia del alegrón del pasado viernes 21 de mayo, cuando compartí unas cuantas horas con mis recordados azuerinos, de visita en esta ciudad. El Albaicín, La Alhambra y las calles que recorrimos juntos os recuerdan y os invitan a volver cuanto antes. Fue un placer largamente postergado.

lunes, 24 de mayo de 2010


PERO EL CADÁVER ¡AY!
SIGUIÓ MURIENDO.
(CÉSAR VALLEJO)

Ridley Scott parece haberle cogido gustillo al género épico y en él (y apostando poco) se mueve como cerdo en el lodazal. Tan escasas son las novedades de su última película, Robin Hood, que ésta encarna una prolongación de su celebrada Gladiator (2000), hecho al que contribuye el volver a contar con Russell Crowe como protagonista. Atrás quedó la época dorada y el cineasta opta por un pastiche que entretiene y pretende revisar el mito del arquero británico obviando lo archisabido y entretejiendo una supuesta verosimilitud histórica de lo narrado en la pantalla.

El discurso de libertad e igualdad para todo ser humano queda patente desde las primeras apariciones del personaje -en este caso no, que el muchachote es caballerote medieval- de los pantis verdes. El mundo está repleto de injusticias (a excepción de sus alegres compañeros, lady Marion y de él mismo, el resto de los que intervienen se mueven en aras del poder, de la ambición, de la crueldad, de la riqueza...) y Robin acaba por convertirse en un cruzado para el pueblo. De la arena del circo a los bosques de Sherwood.

Unos estupendos efectos especiales sirven perfectamente al argumento de las aventuras del proscrito, las cuales se presentan como el inicio de lo que luego fue. Lady Marion (Cate asume el rol de la perfecta heroína, una mujer de acción que se redime por obra y gracia del amor hacia el truhán por excelencia. William Hurt pone rostro a un contenido Earl de Pembroke, consejero real. Oscar Isaac revive al inseguro, rufianesco, tirano y pueril rey John. Los divertidos secuaces de Robin apenas dejan de ser meros comparsas, necesarios por la tradición. Y Russell Crowe compone un hierático Robin Hood al que le falta la chispa vital que otros dignos antecesores le otorgaron.

lunes, 17 de mayo de 2010


YO SUEÑO QUE ESTOY AQUÍ,
DE ESTAS PRISIONES CARGADO,
Y SOÑÉ QUE EN OTRO ESTADO
MÁS LISONJERO ME VI.
(PEDRO CALDERÓN DE LA BARCA)

La película Un ciudadano ejemplar es digna de todo calificativo... excepto el de ejemplar. Durante sus 108 minutos de metraje la única idea que me rondaba por la cabeza era: ¿Pero en qué estado de salud se encontraba su guionista, Kurt Wimmer, cuando pergeñaba tamaño dislate? ¿Y el director F. Gary Gray se quedó tan pancho al trasladar este argumento a videocliperas imágenes?

Vale, admito que, para pasar el rato, el filme cumple con creces. Pero si pretende que el espectador se crea su seriedad, pues va a ser que no. La incoherencia del tono adoptado acaba por pasar factura a la trama y resulta complicado no emitir una carcajada en más de una de sus escenas, que nos son vendidas como pretendidamente serias. Simpática aunque lamentable.

Y, en cuanto a los actores, y sin salirme de la pareja protagonista (Gerard Butler y Jamie Foxx), tan sólo decir que la única intriga de la que me hacen partícipe es la de saber en cuántos miles de dólares ha aumentado su cuenta corriente por semejante desquiciamiento.

Así es el cine. Hoy sombras, mañana luz.

sábado, 8 de mayo de 2010


LA ASTUCIA PUEDE TENER VESTIDOS,
PERO A LA VERDAD LE GUSTA IR DESNUDA.
(THOMAS FULLER)

Se impone otra pausa cinéfila. Y es obligatoria, ya que la última película de Roman Polanski, El escritor, me ha dejado un buen sabor de boca y de mente.

El filme es, sin duda, un notable thriller, de ambientes opresivos y conductas retorcidas que han retratado maestramente en su guión tanto el mismo realizador como Robert Harris, el autor de la novela en la que se inspira el largometraje.

Además, los actores principales y los secundarios construyen unos personajes que logran trasladar al espectador una inexplicable sensación de malestar anímico que contribuye al disfrute masoquista del filme. De forma especial destaco el trabajo del protagonista absoluto, Ewan McGregor, un escritor al que una verdad destructiva acosa hasta límites demenciales. Y, sobre todo, me impresionó la actriz Olivia Williams, metida en la piel de una ex-primera dama azotada por las gestiones políticas de su marido, un impecable Pierce Brosnan. Agradezco también la recuperación de un actor al que hace tiempo le tenía perdida la pista, Timothy Hutton, que interpreta al abogado del ex-primer ministro, y la presencia del siempre destacable Tom Wilkinson.

Por supuesto que no voy a detallar nada de lo que afecta al desarrollo argumental, pero esta combinación de los entresijos del mundo político con los intereses del mercado editorial creo que dejara indiferentes a muy pocos. Y tampoco será raro que en algún momento de la proyección -como me ocurrió a mí-, la imaginación se dispare y se les ponga otros rostros muy conocidos y cercanos en el tiempo y en el espacio a esa galería de seres que, en nombre de la seguridad de lo propio, se consideran la elite intocable de nuestra sociedad.

En resumen, Roman Polanski vuelve a recordarnos que él es un perfecto conocedor del arte cinematográfico y que domina como pocos las redes del género negro. Y que siempre es fiel a sus convicciones. Todo un clásico, del ayer y del hoy. Espero más para el mañana.

martes, 4 de mayo de 2010




LOS NACIONALISMOS SE CURAN VIAJANDO.
(MIGUEL DE UNAMUNO)

Chronicles pulianeras in London
Capítulo VI
Día 26-3-2010
Londres (2ª parte)

Las imágenes:
1. El pretendiente londinense de Miss Encarna.
2. Rexito.

Como referí en el anterior capítulo, después de degustar las artes culinarias libanesas, el grupo bajó por Brompton Roady Cromwell Road. Nos impresiona la fachada del Victoria and Albert Museum.

Nuestra meta es el Natural History Museum, a ver si con la visita de la exposición dedicada a los dinosaurios descubrimos a algún paleontólogo o paleontóloga de pro. Algunos students deciden descansar en la puerta por que dicen hallarse muy fatigados de no hacer nada. Y con los que se animan nos adentramos en el mundo de Parque Jurásico. Al salir, conozco a Rexito y decido adoptarlo.

Tomamos el metro en South Kensington. La línea Distric, en dirección a Edgware Road, nos conduce hasta Notting Hill Gate. Nos adentramos en el famosamente cinematográfico barrio. Y rápidamente se acaba la excursión: la presencia de numerosas tiendas provoca la desbandada general y el tiempo se pierde entre zapatos, vestiditos y baratijas. Pasada una vez más la fiebre consumista, optamos por saborear un sabroso helado (y de verdad que estaba rico).

Volvemos a la línea de metro y llegamos a nuestro adorada zona de Kings Cross-St.Pancras. Los childres se alimentan con más hamburguesas.

Es hora de descasar y retorno a mi habitación inclinada.

CONTINUARÁ