jueves, 13 de noviembre de 2014

LA VIDA ES UNA OBRA QUE NO PERMITE ENSAYOS.
CANTA, RÍE, BAILA, LLORA, VIVE INTENSAMENTE
ANTES DE QUE EL TELÓN BAJE.
(CHARLES CHAPLIN)

Y seguimos con el comentario de las ultimas series puestas al día. Hoy, con una mención especial al humor.

La séptima temporada de The Big Bang Teory no es más que una prolongación de los personajes y las situaciones de temporadas anteriores. Sí echo en falta que se potencien y expriman las excentricidades de Sheldon, sin quien esta comedia de situación carecería de sentido.

Por su parte, la decimotercera temporada de Padre de familia logra, en algunos de sus episodios,unas cotas casi insuperables de gamberrismo absurdo, cínico y crítico. Adoro los títulos de crédito iniciales en que se parodian otras series de animación. No os la perdáis si este tipo de humor es el vuestro.

Dentro de otro género, el del misterio y el terror, la tercera temporada de American Horror Story: Coven, dedicada a la brujería, me ha gustado menos que las dos anteriores (si bien el episodio del ataque zombie me resultó sublime). Creo que las situaciones y algunos personajes quedan desaprovechados y que los guionistas andaban escasos de ideas frescas.

Por su parte, la tercera temporada de Grimm es entretenida y esto ya es bastante. Incluso hay detalles gore que se agradecen. Para acabar, aún se encuentra en estado de previsión la primera temporada vampírica de Los Originales, a la que se ha unido la primera temporada de Sleepy Hollow.

En cuanto a la tercera temporada de Homeland, he de decir que he llegado hasta el episodio seis y que esta lentitud se debe a que no me está enganchando tanto como las dos primeras. Todo lo contrario que me ha ocurrido con la primera temporada de Los mosqueteros, una maravillosa producción de la BBC que se permite ampliar con acierto el archi-conocido universo de los personajes de Alejandro Dumas. También me está convenciendo, poquito a poco, la primera temporada de otro universo ampliado televisivamente, el de Marvel, a través de su serie Agentes de Shield.

¡Hasta pronto, perráncanos y perráncanas! (¡Cuánto tiempo sin emplear este apelativo!)