viernes, 26 de octubre de 2018

LO QUE PIENSES, LO SERÁS.
LO QUE SIENTAS, LO ATRAERÁS.
LO QUE IMAGINES, LO CREARÁS.
(BUDA)

Tiempo de reflexión. Tiempo, al fin y al cabo.

Resulta complicado, sin duda, entender a muchas personas. 

Especialmente a aquéllas que asientan su comportamiento sobre la creencia de que obran guiadas por un fin superior que les conduce a destruir, sin compasión, todo lo que las rodea.

Especialmente a aquéllas que reclaman pasar desapercibidas cuando, de manera continuada y sin pudor, se exhiben ante el mundo pretendiendo que éste las observe y no emita el juicio que ellas mismas provocan desde el escaparate que tan felizmente ocupan.

Especialmente a aquéllas que exigen respeto para sí mismas cuando, sin ninguna clase de miramiento, arremeten contra toda manifestación que no se manifieste en su beneficio.

Especialmente a aquéllas que culpan de sus propios errores a quienes no tienen nada que ver con su existencia, nada que ver con sus decisiones, nada que ver con sus actuaciones, nada que ver con su destino.

Resulta complicado, sin duda, entenderos.

Por lo que, ¿para qué realizar el esfuerzo?

Continuad con vuestra tiranía, con vuestra ceguera, con vuestra ira, con vuestro personal apocalipsis.

Destruid sin problema.

A mí no me importa porque estaré en otro lugar, un lugar alejado de vuestro violento sinsentido enraizado en la ignorancia y alimentado por el miedo.