Las Navidades son la época
en que los niños le dicen lo que quieren
a Santa Claus
y los adultos lo pagan.
Los déficits
son las épocas
en que los adultos le
dicen al Gobierno lo que quieren
y los niños lo
pagan.
(Ricchard Lamm)
Quienes me conocen bien saben que mi espíritu de la Navidad está tan desarrollado y es tan pletórico como el del inmortal protagonista de Cuento de Navidad, de Charles Dickens. A pesar de ello, ejecutando un terapéutico ejercicio de superación personal que mantenga a raya a los espíritus de las Navidades pasadas, presentes y futuras, desde estas líneas os deseo que disfrutéis al máximo durante estos días y que, poco a poco, vuestros sueños se hagan realidad durante 2014.
Por supuesto, excluyo de esta exhortación a todos aquellos y todas aquellas (politicastros, banqueruchos, empresarillos feroces, periodistejos y demás ralea autoritaria) que se empecinan en convertir la vida de los demás en un erial para la esperanza.