lunes, 11 de febrero de 2013

EL HASTÍO ES UNA TRISTEZA SIN AMOR.
(NICCOLÒ TOMMASEO)

Y la gente me pregunta cómo me hallo y yo, modernista y finisecular, le respondo: "Hastiado".

Extraigamos enseñanza de esta lección vital con las palabras del poeta Antonio Machado.

Pasan las horas de hastío
por la estancia familiar
el amplio cuarto sombrío
donde yo empecé a soñar.


Del reloj arrinconado,
que en la penumbra clarea,
el tictac acompasado
odiosamente golpea.


Dice la monotonía
del agua clara al caer:
un día es como otro día;
hoy es lo mismo que ayer.
 

Cae la tarde. El viento agita
el parque mustio y dorado...
¡Qué largamente ha llorado
toda la fronda marchita!

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