NUESTRAS HORAS SON MINUTOS
CUANDO ESPERAMOS SABER
Y SIGLOS CUANDO SABEMOS
LO QUE SE PUEDE APRENDER.
(ANTONIO MACHADO)
Ya estamos de vuelta.
He aquí un breve resumen de todo lo acontecido desde la última actualización. Dedico esta entrada de forma especial a mi gente del teatro y a mis amigos y compañeros del instituto (especialmente a Luisa, Manolo, Carlos, Pepa, Fernando, Anita Richard, Yuste, Noé, Alicia y Tomás).
Piso, muebles nuevos y mudanza conseguidos. A tiro de cerrar algunos detalles (como los contratos de luz y agua).
Excursión a Alicante.
Lo mejor: el buen rollo entre los asistentes; el ambientecillo festivo que se respiraba en toda la ciudad; los paseítos por la orilla de la playa; las conversaciones, tanto las trascendentales como las triviales; la posibilidad de disfrutar de una sencilla exposición de arte helenístico en el Museo Arqueológico: ¿quién nos iba a decir que una de las réplicas del Discóbolo nos esperaba allí?
Lo peor: el calor excesivo; la arena de la playa (¡no la soporto!); el despertar intempestivo con la colaboración de las comparsas tempraneras que nos deleitaban con sus pasacalles y petardos a eso de las 8:00 horas de la mañana; los cerca de 45 minutos que tuvimos que esperar para cenar en un restaurante mexicano (a pesar de la reserva).
Anécdotas para la posteridad: la habitación doble bautizada en un alarde verbal como suite Cosmathan, al ser habitada por Cosmin y Jonathan; la frase de Johnny: ¿Y si cojomos un bus?; la vuelta en tranvía desde la playa de San Juan a Alicante: ejemplo puntual de lo que deben sentir las sardinas en lata (¡y seguía entrando la clientela!); la Perráncana Mayor admirando la exposición de arte helenístico ¡con gafas de sol!; la misma Perráncana rebautizando a Fabián como Gabriel y como ¡Faisán!; Saray y su GPS o cómo ejecutar un recorrido de 10 minutos en media hora... ¡Qué bueno es reír!
Cena de despedida: del menú, los entrantes; de la fiesta, algunos momentazos karaoke (sobre todo, los protagonizados por quienes tímidamente se iban acercando a los micrófonos y, en un segundo, se lanzaban a deleitarnos con sus gorgoritos) y, cómo no, la post-fiesta en el Pub de DJThomas.
Perráncanas y perráncanos, me despido hasta dentro de unos días.