martes, 7 de noviembre de 2017

TEMEMOS QUE NOS MATEN.
PERO ES MUCHO PEOR QUE NOS DESTRUYAN.
(JOHN KATZENBACH)

¡Por fin!

El colaborador Cipriano Jiménez ha descendido desde el Olimpo... ah, no, disculpad... ha descendido desde Asgard  y nos aporta su certera visión crítica acerca de Thor (Ragnarok).

Pero, como con esto no bastaba, a continuación, nos regala diez de las que él considera sus mejores instantáneas, de las cuales podéis igualmente disfrutar, junto con el resto de su magna obra, en la página de Instagram cuya dirección aparece en la parte superior de este blog.

Empecemos.

THOR (RAGNAROK): SIN MELENA

El universo cinematográfico de Marvel se expande de forma cósmica y llega a nuestras manos una tercera parte del Dios del Trueno. La cosa se nos presenta sencilla, como siempre: una situación en la que el superhéroe no dispone de todo su poder y el enemigo mueve ficha.

Al estilo Marvel, un apartado visual fantástico que cuenta con un guión sencillo y que se vende sencillo. Pero, como dicen, a veces lo sencillo funciona, y eso es lo que ha ocurrido con Thor (Ragnarok). Una acción potencialmente arrolladora con ligeros toques cómicos es suficiente como para que Chris Hemsworth llene todas las salas.

Mi puntuación: 6,8 / 10 

Y llega el momento de que viajéis por el Universo fotográfico de Cipriano Jiménez a través de una escogida selección personal de su vasta obra. Cada imagen ofrece, a su pie, un breve comentario de su seguro servidor: unas brevísimas impresiones acerca de lo que le sugieren dichas fotografías.

Si resultan de vuestro agrado, el autor se compromete a regalaros en esta página muchas más visiones de su avezado pensamiento, todas captadas por medio de su lírico objetivo.

Una sonrisa. Un tibio toque de luz solar.
Intimidad compartida. Exterior matizado.

Inocencia. Esperanza.
El ayer que será un hoy en el mañana.

Encarcelado infinito. 
Lejanía cercana. Cercanía alejada.
Asunción luminosa envarada en el camino.
Nada es todo. Todo es nada.

Cromatismo liberado de convenciones.
Mesura provocada. Impacto demoledor.

Galerías opacas. No hay ventanales.
El camino no se detiene. Se detiene el caminante.

Rupturas simétricas. Devorador oscuro.
Tensión mitigada por la arbórea pose.

Rompiente. Explosión en la existencia de la orilla.
Imposibilidad de huida.

Frente al palmeral, indefensión placentera.
Del ave volátil, ignoto reposo.

Sentida promesa que apuesta por el alma.
La irreflexión de la duda como sosegada respuesta.

Y nada más por hoy.

Esperamos que la presente entrada sea una puerta hacia otras muchas.

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