miércoles, 22 de noviembre de 2017

LA SOMBRA NO EXISTE.
LO QUE TÚ LLAMAS SOMBRA
ES LA LUZ QUE NO VES.
(HENRI BARSUSSE)

Mientras, en este instante, contemplo esta manifotopulación generada a partir de la que es mi sombra (sed conmiserativos conmigo, que me he esforzado en la invención de la palabra -risas, risas, risas-), me siento muy librepensador y un menos muy es un poco filosófico.

Y es que, indudablemente, la vida transcurre, emana, fluye... y, no obstante, hay ocasiones en que la sensación que me embarga es la de hallarme estancado, anquilosado, dolientemente quieto. Y no me refiero de manera exclusiva a mi periplo vital: igualmente incluyo en esta percepción a la mayoría de quienes deambulan en torno a mis cercanías o en torno a mis lejanías, dentro o fuera, aquí o allí.

Incluso el movimiento continuo del planeta se me antoja como la infinita rutina de aquello cuyo fin está predestinado, escrito, consabido. Nihil novum sub sole... Nada nuevo bajo el sol, alguien pronunció certeramente.

De ahí la cita con que se abre esta entrada... Lo que llamo sombra de existencia sólo es la luz que no veo, la ausencia de un destello que aporte un atisbo de novedad, una ligera inflexión o una pletórica epifanía. Acaso llegue ese revulsivo que aniquile este scriptum scriptum est, lo escrito escrito está. Quizá.

Al menos, seguiré esperando.

 

1 comentario:

Erasmo dijo...

Poesía y verdad, orad 'pro nobis'. Un fortísimo abrazo, Conde.