lunes, 11 de septiembre de 2017


TODOS SOMOS VIAJEROS
EN EL YERMO DE ESTE MUNDO,
Y LO MEJOR QUE PODEMOS ENCONTRAR
EN NUESTRO RECORRIDO
ES UN AMIGO HONESTO.
(ROBERT LOUIS STEVENSON)

Cerca de dos meses sin actualizar el blog. Indudablemente, soy un descastado y un impresentable.
¿El motivo? Con sinceridad, no hay un motivo claro. Tal vez la inapetencia, acaso la vaguería, quizás nada y todo al mismo tiempo.

Me dejo de divagaciones que pretenden ser excusas injustificables. Y retomo el devenir de esta pieza vital, que es el blog, con una crítica cinematográfica... crítica que se debe a la visión de Cipriano Jiménez, que también vuelve por estos lares. El cartel de la película que es objeto de comentario abre esta entrada... animación española... 

¡Ay! Quienes me conocéis, sabéis de sobra en qué se resume mi apreciación acerca de este tema: enorme dignidad en los planteamientos técnicos y mucho camino que recorrer todavía en la escritura y resoluciones de guion. De hecho, las valoraciones de Cipriano coinciden, con algo más de prosa, con las mías. Y, para entender el tono de sus palabras, sólo debéis poneros en el lugar de quien se enoja contemplando un sinsentido visual.

Fin de la introducción, no sin antes recordaros una básica advertencia: ojito con las campañas publicitarias sin mesura, porque quien te vende su producto, por coherencia, no te resaltará sus defectos. Y otra: que muchas voces te aseguren que algo es bueno, no quiere decir que ese algo sea realmente bueno... que, de tanto repetir el mensaje, acaba por convertirse en verdad.

TADEO JONES 2: EL SECRETO DE LA ESTAFA ANIMADA

Una fotografía sobresaliente, con una animación que te atrapa gracias a lo realista y detallada que es. Pero, en cuanto un personaje abre la boca, la película se chafa… hasta llegar a un punto en el que no consigues empatizar con ningún monigote. 

Aunque la fotografía recree el ambiente perfecto, el guión tiene huecos y vacíos de ritmo, como los de mi culo después de levantarme de la butaca. Exactamente. A esto hay que sumar el peso de unas situaciones y unos chistes pésimos que consiguen que el guión, adaptado al entorno en el que se encuentran los personajes, provoque una risa idealizada (lo describiremos así). Incluso me atrevo a afirmar que el guión, en algunos momentos del la película, no es que sea una mierda… diremos que es una puta basura, y si alguien hubiera entrado en la sala durante alguno de esos instantes y me hubiera cortado el cuello, yo me habría alegrado.

La primera recreación de Granada la considero técnicamente muy deficiente, pues se produce un lapsus en que las texturas se comprimen y le otorgan naturaleza de un video-juego de los años 90. Poco a poco esta circunstancia técnica mejora con las persecuciones a través de la ciudad, ya que, sinceramente, los personajes no tienen que dialogar y únicamente gritan. Y, para su final, el filme cuenta con un desenlace a la altura del resto del nefasto guión.

En resumen, se trata de una película muy espectacular en cuanto a imagen pero que a mí, sinceramente, no me aporta nada. Menos mal que no es mi dinero lo que me he dejado ahí, porque, entonces, me enfadaría.

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