miércoles, 1 de agosto de 2012

NO PODEMOS RESOLVER PROBLEMAS PENSANDO
DE LA MISMA MANERA QUE CUANDO LOS CREAMOS.
(ALBERT EINSTEIN)
 
Aunque el cambio de aires me está viniendo que ni pintado para mejorar mi achacosa salud, continúo hirviendo (y no precisamente por la acción solar, que quien me conoce sabe que desdeño).
Y, como me considero incapaz de hilvanar coherentemente algún que otro pensamiento, hoy dejo constancia de unos versos del noble caballero Gómez Manrique, autor del siglo XV, extraídos de su Exclamaçión e querella de la gobernaçión. He decidido respetar las grafías originales de la edición consultada (de la editorial Castalia), ya que no impiden ni dificultan la comprensión del mensaje:

En un pueblo donde moro
al nezio facen alcalde;
hierro preçian más que oro,
la plata danla de balde […].
Queman los nuevos olivos,
guardan los espinos tuertos;
los mejores valen menos:
¡mirad qué gobernaçión,
ser gobernados los buenos
por los que tales no son! […]
Al tema quiero tornar
de la çibdad que nombré,
cuyo duró prosperar
cuanto bien regida fue,
pero después que reinaron
cobdiçias particulares,
sus grandezas se tornaron
en despoblados solares.
Todos los sabios dixeron
que las cosas mal regidas
cuanto más alto subieron
mayores dieron caídas.

En la imagen, otro instante del Anfitrión: Zeus (con la apariencia de Anfitrión) entrega a Alcmena, esposa del general, una copa de oro (blanco) como prueba de su amor incondicional (y para que lo deje marchar a sus menesteres).

Hasta pronto. 

1 comentario:

Erasmo dijo...

Y no todo lo que cae, aunque ya no pueda caer más, vuelve a subir...

¿Cómo estás, caro amigo?

Un abrazo muy fuerte.