NO PODEMOS RESOLVER PROBLEMAS PENSANDO
DE LA MISMA MANERA QUE CUANDO LOS CREAMOS.
(ALBERT EINSTEIN)
Aunque el cambio de aires me está viniendo que ni pintado para mejorar mi achacosa salud, continúo hirviendo (y no precisamente por la acción solar, que quien me conoce sabe que desdeño).
Y, como me considero incapaz de hilvanar coherentemente algún que otro pensamiento, hoy dejo constancia de unos versos del noble
caballero Gómez Manrique, autor del siglo XV, extraídos de su Exclamaçión e querella de
la gobernaçión. He decidido respetar las grafías originales de la edición consultada (de la editorial Castalia), ya que no impiden ni dificultan la comprensión del mensaje:
En un pueblo
donde moro
al nezio facen
alcalde;
hierro preçian
más que oro,
la plata danla de
balde […].
Queman los nuevos
olivos,
guardan los
espinos tuertos;
los mejores valen
menos:
¡mirad qué
gobernaçión,
ser gobernados
los buenos
por los que tales
no son! […]
Al tema quiero
tornar
de la çibdad que
nombré,
cuyo duró
prosperar
cuanto bien
regida fue,
pero después que
reinaron
cobdiçias
particulares,
sus grandezas se
tornaron
en despoblados
solares.
Todos los
sabios dixeron
que las cosas mal
regidas
cuanto más alto
subieron
mayores dieron
caídas.
En la imagen, otro instante del Anfitrión: Zeus (con la apariencia de Anfitrión) entrega a Alcmena, esposa del general, una copa de oro (blanco) como prueba de su amor incondicional (y para que lo deje marchar a sus menesteres).
Hasta pronto.
1 comentario:
Y no todo lo que cae, aunque ya no pueda caer más, vuelve a subir...
¿Cómo estás, caro amigo?
Un abrazo muy fuerte.
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