LOS QUE SE QUEJAN DE LA FORMA COMO BOTA LA PELOTA,
SON AQUELLOS QUE NO LA SABEN GOLPEAR.
(JOSÉ INGENIEROS)
Como la mente se muestra esquiva, continúo plagiando fragmentos reveladores de la biografía novelada de Marco Tulio Cicerón, La columna de hierro, de Taylor Caldwell. Y es que, casi siempre, y como leí ayer noche, "no hay nada nuevo bajo el sol". Advierto que estas palabras recogidas no son respuestas, sino reflexiones temporales y paliativas.
Así, la autora pone en boca del (entre otros valores) famoso abogado: "Un burócrata es el más
despreciable de los hombres, aunque es necesario, al igual que los
buitres son necesarios; pero uno no puede admirar a los buitres, a
los que de modo extraño tanto se parecen los burócratas. No me he
encontrado con un burócrata que no sea mezquino, aburrido, casi
necio, taimado o estúpido, opresor o ladrón, que se pavonee con la
poca autoridad de que goza, al igual que un niño disfrutaría
poseyendo un perro travieso. ¿Quién podría confiar en semejantes
criaturas? Son como el excremento de las naciones complejas."
Quien tenga ojos para leer...
En la fotografía os dejo otro momento del Anfitrión, en concreto de un acto inventado para la ocasión y con personajes que no aparecen en la obra original: de pie, Apolo (Ángel Molina) y Venus (Victoria Huertas); sentadas, Diana (Miriam Ríos), Hera (María Linares) y Atenea (Laura Moreno).
¡Hasta pronto!
No hay comentarios:
Publicar un comentario