jueves, 29 de septiembre de 2011



SEÑOR IMPORTANTE: ¿NADIE MÁS HA PREGUNTADO POR MÍ?

CLAUDIO: NADIE.

SEÑOR IMPORTANTE: ¿NADIE?

CLAUDIO: NADIE.

(ANTONIO MACHADO)


Repitiendo costumbres ancestrales, hasta que no me organice mejor, tengo un poco olvidado este punto de encuentro.


Pero aquí me hallo de nuevo, manteniendo la línea de los poemas en prosa bendecidos por el malditismo. Y contrarrestándolos con otro de mis rincones donde perderme y que no me encuentren: la plaza Navona, en Roma.




Te intuyo detrás de formas vagas, ensoñadas...


¡Desdichados recuerdos de ininteligibles conjuros! Nombre que es palabra, palabra que no es nombre.


Hoy, aunque no he olvidado, aunque me ufane de mi inmunidad, me postro ante una nebulosa ignota; me ofrezco como sacrificio exangüe sobre un ara blanca y gélida.


Mientras el cuchillo de tu sonrisa (no adivino el contorno de tus labios) hiere mis entrañas en estas horas de soledad, imagino palabras de amor, discursos de servidumbre, promesas que devienen en pesadillas, pesadillas que devienen en absoluto abandono.




Por ahora, es suficiente. ¡Hasta pronto!

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