domingo, 22 de agosto de 2010


QUÉ MÁS DA EL SOL QUE SE PONE
O EL SOL QUE SE LEVANTA,
LA LUNA QUE NACE
O LA LUNA QUE MUERE.
(LUIS CERNUDA)

Leyendo Akrópolis, de Valerio Massimo Manfredi, me he reencontrado con la historia de Filemón y Baucis, historia que deseo compartir con todos vosotros.

Filemón y Baucis formaban un matrimonio de avanzada edad. Vivían en una paupérrima cabaña.

Una noche, dos caminantes llegaron ante la puerta de su humilde hogar pidiendo albergue para aquella noche. Los ancianos les ofrecieron la escasa cena que habían preparado para ellos y durmieron en ayunas sobre una estera para que sus invitados pudieran descansar en un lecho.

Pero estos huéspedes eran nada menos que Zeus y Hermes, que viajaban disfrazados para ver cómo se comportaban los hombres. Y transformaron el miserable tugurio en un templo lujoso del que Filemón y Baucis se convirtieron en sacerdotes.

Los dos ancianos vivieron felices bastantes años, hasta que murieron finalmente juntos, en el mismo día, a la misma hora y en el mismo instante. Porque habían rogado a los dioses el deseo de que se les ahorrara a cada uno de ellos el dolor de acompañar a su compañero a la tumba. Fueron transformados en árboles delante de la entrada del santuario.

En la fotografía superior, la PerráncAna frente a la Iglesia de San Pablo durante nuestra visita a Úbeda. Andábamos buscando la casa de su idolatrado Joaquín Sabina.

1 comentario:

Any dijo...

¿pero qué guapa está esa chica, no??? jaja, me ha encantado verla pero mucho reconocerme, me estaré quedando miope del todo???
Besos