martes, 6 de julio de 2010


YO TE ASEGURO QUE SI FUERAS VIDRIO,
A MI CARGO CORRE QUE PASES POR DIAMANTE.
(JACINTO BENAVENTE)

Lo admito: me he demorado bastante en comentaros, perráncanas y perráncanos de mis entretelas, esta divertidísima película acerca de héroes y villanos. Me refiero a Kick-Ass, dirigida por Matthew Vaughn. Recomiendo encarecidamente su visionado y me dispongo a enumeraros cinco motivos que juegan a favor del filme y cinco que juegan en su contra.

A favor:

1. Su quijotesca premisa: Un adolescente en la edad del pavo decide trasladar a la realidad las vivencias de los tebeos de superhéroes. Las consecuencias: las continuas defenestraciones del visionario muchachito que acaba siendo más conocido por las palizas que recibe que por sus caballerescas acciones. Es lo que sucede en una sociedad tan materialista como la nuestra y es lo que en su día también acusó el insigne Miguel de Cervantes.

2. De la amplia galería de personajes que pueblan la historia, me quedo especialmente con dos: Hit-Girl, maravillosa niñita tarantiniana que debe su nombre a la salva de mamporros que reparte a diestro y siniestro (cuando no se vale de cualquier arma letal que dispare o se clave), papel que interpreta la que ya tengo por una futura promesa del cine: Chloë Grace Moretz; y Bruma Roja, alter-ego villanesco de Cris D'Amico, el hijo del gánster, toda una revelación cómica a cargo de Christopher Mintz-Plasse. No desmerece el trabajo del protagonista, Aaron Johnson, pero qué queréis, yo disfruté más con estos dos personajes extremos.

3. El grado de parodia es sublime y no queda ninguna aguja sin hebra. En cuanto a este aspecto, mención especial al detalle de la falsa identidad que adopta el tierno antihéroe para aproximarse a su particular Dulcinea: el amigo gay del que toda chica desea disfrutar.

4. La violencia de fuentes tarantinianas. Indiscutiblemente un perfecto envoltorio para el argumento, imprescindible y espectacular. Y siempre, insisto, desde la perspectiva de la parodia.

5. Las reflexiones del antihéroe, en especial aquellas con las que arranca la película, se merecen todo un sesudo análisis y comentario. Pocas veces se ha retratado la crisis juvenil con tan certeros y disparatados juicios.

En contra:

1. El poco juego que en el largometraje se le otorga al nombre adoptado por el super-antihéroe: Kick-Ass, algo así como Burro Coceador.

2. Nicolas Cage. No lo soporto ni cuando va de gracioso. Le tengo tirria. Me provoca repulsión.

3. Ciertos momentos innecesarios que alargan el filme y lo lastran hasta límites insoportables.

4. Admito que todo Quijote precisa su Dulcinea, pero considero que el rol que desempeña esta muchacha en la película podía haberse minimizado muchísimo más. Y eso que rompe con la imagen virginal y divinizada a las primeras de cambio.

5. Son tan abundantes los tópicos que puede quedar la sensación final de que Kick-Ass demuestra genio aunque no ingenio.

Hasta pronto, perráncanas y perráncanos cinéfilos.

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