martes, 13 de julio de 2010


NADA ME IMPORTA SUFRIR,
CON TAL DE QUE TÚ SUSPIRES,
POR TU IMPOSIBLE YO,
TÚ POR MI IMPOSIBLE.
(JUAN RAMÓN JIMÉNEZ)

Tiempo estival, tiempo de reflexión.

A lo que obliga el aburrimiento linarense.

Ya ha pasado un año desde el cambio que tanto ansié en su día. El balance, aunque el último mes ha venido sacudido por poco amables noticias, es bastante positivo.

Y a pesar de que me he cruzado con quien se ha afanado en ponérmelo difícil.

Hice de la paciencia mi arma y del desprecio mi estandarte. Aquí tampoco he encontrado enemigos inteligentes, sino gentuza, temerosa de no sé qué, que abre mucho la bocaza para lanzar improperios que te obliguen a sentirte indefenso y desconcertado.

¡Qué satisfacción cuando les vi agachar su cabezota hastiada y sumirse en el silencio de la derrota reconocida!

Os quedo agradecido, estúpidas y estúpidos adversarios que yo no busqué. Habéis logrado que, sin abandonar mi posición (ubicada bajo el lema de "vive y deja vivir"), me sienta orgulloso de haberos aniquilado con una sonrisa y con el trabajo bien realizado.

Ahora, nadad en vuestras heces.

Postdata 1: Ya hay nueva encuesta. La anterior ofreció el resultado que me esperaba, guarrindongas y guarrindogos: si el mundo se acabase mañana, la inmensa mayoría nos dedicaríamos al intercambio corporal. ¿Acaso era posible pensar en otra cosa?

Postdata 2: Insisto... ¡Ánimo, Paulus!

No hay comentarios: