martes, 8 de septiembre de 2009


¿CONOCES LOS INVISIBLES
HILADORES DE LOS SUEÑOS?
SON DOS: LA VERDE ESPERANZA
Y EL TORVO MIEDO.
(ANTONIO MACHADO)

Primeros días... y para morir en el intento.

El viaje del domingo, en tren, a Granada, se me antojó insoportable. Vagón atestado de gentuza (ahí estaba yo), un calor que derritió mi penúltima neurona y un traqueteo vial lento, lento, lento, lento... ¿Cómo es posible que un destino como este no cuente con unos medios de transporte público más adecuados y óptimos? ¡Si se tarda en llegar ahora lo mismo que hace un número indefinido de años, cuando este perráncano cursaba su carrera de Letras ilegibles!

Menos mal que me esperaba el rincón acondicionado como cobijo y cubil. En mi anaranjado sofá recuperé fuerzas y decidí no deshacer el casi escaso pero pesado equipaje hasta el día siguiente.

Y el lunes le tocó el turno a la esfinge de la burocracia. ¡Y menos mal que no había que mover papeles, según me dijeron allá por mayo que era por mayo! Y, una vez asimilado, que eran pocos, me aseguraron el pasado jueves, vía telefónica. Cuatro horas (y no miento) dediqué a presentar lo requerido de ayer y lo que me requirieron en el momento (subo escaleras, bajo escaleras; entre unas y otras, diferentes secciones cuyos currantes ignoran lo que les presento por delante). He aquí una breve y directa síntesis del recorrido: cuatro visitas a Registro; cinco a Personal; y dos a Nóminas. ¡Y luego dicen de los parques de atracciones! Esto sí que es una montaña rusa...

Os dejo, perráncanas y perráncanas del alma. Debo producir.

¡Hasta pronto!

2 comentarios:

Carmen dijo...

Welcome a Andalucía! Lo de la burocracia de Educación...¡A mí me pusieron pegas para los trienios y sexenios manchegos! Menos mal que encontré a un funcionario apañao en Nóminas (los hay, los hay)y el se encargó de ir a Personal y arreglar todo...
Pero estás en Granáaaaaa. ¡Que suertudo!

Tepes dijo...

El temita de los trienios y sexenios también coleó. Les entregué los últimos documentos oficiales. A ver qué pasa ahora, porque no es el primer caso que llega a mi conocimiento. Pero sí, ¡qué cambio! ¡Qué Granada más pletórica! Estoy que no me lo creo...
Un besote.