LA LUZ ME HA DADO SIN EMBARGO
BELLAS IMÁGENES DE LOS NEGATIVOS
DE NUESTROS ENCUENTROS.
(PAUL ÉLUARD)
Como ando en vilo por la ausencia de noticias, no sé qué escribir: las ideas no cuajan debidamente.
Valgan, entonces, la fotografía superior (un mínimo detalle de lo vivido durante el Camino de Santiago) y estos versos de Henri Michaux que conforman el poema "Que descanse en revuelta":
En lo negro, en la noche estará su memoria,
en lo que sufre, en lo que rezuma,
en lo que busca y no encuentra,
en la chalana de desembarco que se rompe en la playa,
en el arranque silbante de la bala trazadora,
en la isla de azufre estará su memoria.
En el que tiene su fiebre y no le importan los muros,
en el que se lanza y no tiene cabeza sino contra los muros,
en el ladrón que no se arrepiente,
en el débil por siempre recalcitrante,
en el pórtico reventado estará su memoria.
En la ruta que obsesiona,
en el corazón que busca su playa,
en el amante al que su cuerpo huye,
en el viajero que el espacio roe.
En el túnel,
en el tormento que da vueltas sobre sí mismo,
en el impávido que osa ofender al cementerio.
En la órbita incendiada de astros que chocan al estallar,
en el barco fantasma, en la novia mancillada,
en la canción crepuscular estará su memoria.
En la presencia del mar,
en la distancia del juez,
en la ceguera,
en la copa de veneno.
En el capitán de los siete mares,
en el alma del que lava la daga,
en el órgano hueco que llora por todo un pueblo,
en el día del gargajo sobre la ofrenda.
En el fruto de invierno,
en el pulmón de las batallas que empiezan otra vez,
en el loco en la chalupa.
En los brazos torcidos de los deseos
por siempre insatisfechos
estará su memoria.
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