jueves, 5 de marzo de 2009


LOS SENDEROS SON ÁSPEROS.
LOS MONTÍCULOS SE CUBREN DE RETAMAS.
EL AIRE ESTÁ INMÓVIL.
¡QUÉ LEJOS ESTÁN LOS PÁJAROS Y LAS FUENTES!
ESTO SÓLO PUEDE SER EL FIN DEL MUNDO,
QUE AVANZA.
(ARTHUR RIMBAUD)

Queda menos para volver a experimentar el síndrome de Sthendal.

Slumdog Millionaire, el largometraje triunfador en los últimos Oscar: ocho estatuillas doradas, ni más ni menos (película, dirección, guión adaptado, fotografía, montaje, banda sonora, canción original y sonido).

Y nos vienen con el cuento de que érase una vez una película modesta que se las dio con queso a las grandes superproducciones... Será cierto, no lo pongo en duda, pero ¿es que acaso precisaba esta historia de grandes medios para ser trasladada al celuloide? Me parece que no, ya que únicamente necesitaba de un brillante narrador visual (y el realizador Danny Boyle puede ufanarse de serlo), de unos actores solventes y absorbentes (aquí, en Occidente, resultan tan desconocidos como eficaces) y de una ambientación lo suficientemente atractiva como para que lo exótico nos resulte más que reconocible y próximo (y la India cumple a la perfección con este propósito).

Con todos los referentes propios de la novelas de Charles Dickens, y sin olvidarnos de nuestra excepcional novela picaresca, la primera hora y media del filme, con la alternancia de secuencias entre la comisaría, el concurso televisivo y la infancia del protagonista, se convierte en un ejercicio ejemplar. Además, considero un enorme acierto el hecho de que el jovenzuelo conozca las respuestas por el hecho de que todas tengan que ver con su trágica experiencia vital. Luego, durante la última media hora, cuando gana terreno el desenlace del concurso y la trama sentimental, la película pierde fuerza. Pero puede disculparse, puesto que, si tenéis paciencia y esperáis a los títulos de crédito finales, gozaréis de un espectáculo musical para mayor gloria de Bollywood que logra que se olvide el pinchazo anterior.

Todo lo dicho puede resumirse con dos palabras: miseria y color. Y, sosteniendo este andamiaje, una aceptable banda sonora (aunque, seamos sinceros: dentro del mismo estilo, yo me quedo con la de La boda del Monzón).

No creo que se trate de la mejor película de 2008, pero se le acerca. Disfrutad de ella.

3 comentarios:

anita dijo...

ola guapissimo!!!!eres una monada y me gustaria conocerte en persona visito todos los dias tu blog y esque ainssssssssss me encantas yam yam aqui te dejo mi messenger porfa wapo agregame y recueerda ñam ñam........ luego ablamos:de tu chica bum bum

anitaa_12@hotmail.com

anita dijo...

bueno voy a presentarme primero:

Tengo 43 años soy rubia alta y delgada. Tengo los ojos azules-verdosos, no te asustes pero soy madre de una alumna tuya..estoy divorciada y con 3 hijos..tu estas soltero ¿no?
Me encantaria que quedaramos algun dia, mi hija me habla muy bien de ti. Contestame porfavor y agregame al messenger de antes
1besitooo wapeton

anita dijo...

soy ana, otra vez oye una cosa tengo una mania y es decirle a todo el mundo a lo que soy alergica empiezo al chocolate a los perros(aunque el tuyo es encantador como tu), a la manzana, al olivo, al caballo y al los melocotones.... asique lo estoy pasando fatalisimamente tengo un trancazo de miedo mi voz parece la de un camionero ah se me olvidadaba decirte que fumo como un carretero pero soy sexy.... contesta muchos besos de ana