lunes, 16 de abril de 2012


LA MAYOR RÉMORA DE LA VIDA
ES LA ESPERA DEL MAÑANA
Y LA PÉRDIDA DEL DÍA DE HOY.
(SÉNECA)

Cuánta verdad la del filósofo cordobés... Así le fue a Nerón...

Sin pausa, aunque sin prisa, parece que, una vez más (no salgo de una y me meto en otra), voy recuperando la normalidad en cuanto a salud. Ya va para mes y medio el tema de la lumbalgia. Lo peor son las limitaciones que te impone (me pongo de pie, me vuelvo a sentar). Pero, bueno, a ver qué me depara el simpático destino después de este regalito.

Por lo demás, gracias a la mente maravillosa con que me dotó el Fatum, lo que no logro de una forma lo consigo de otra... Hace un momento me he evadido a un mirador lisboeta (cualquiera vale) y me he imaginado tomando un café y (¡oh, políticamente incorrecto!) disfrutando de un cigarrillo. Y al que no le guste, que mire para otro lado.

Finalizo con la recomendación del visionado de dos joyas cinematográficas a las que he llegado gracias al mercado del DVD: Kidnapped: Historia de un secuestro (2005), de Arie Posin (un nuevo golpe certero al sueño americano); y Anonymous (2011), de Roland Emmerich (una fábula sobre la falsedad de mi idolatrado Shakespeare y una reflexión sobre cómo el teatro pudo mover los hilos de la historia).

Hasta pronto.

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