jueves, 2 de diciembre de 2010


EL QUE CONFÍA SUS SECRETOS A OTRO HOMBRE
SE HACE ESCLAVO DE ÉL.
(BALTASAR GRACIÁN)

Algún que otro altibajo en este proceso de recuperación física y anímica. Me han dicho que esto no se soluciona de un día para otro, sino que he de tener paciencia y dejarme llevar por el paso del tiempo.

Hablemos de cine.

Caza a la espía, del realizador Doug Liman, se nos vende bajo la etiqueta de thriller político y, en realidad, es un melodrama complaciente. Lo siento, pero ya estoy un poco harto de todas estas películas en las que el sistema democrático norteamericano se nos plantea como aquel en que, a pesar de lo vergonzante de sus actuaciones, siempre el orden acaba por imperar. Yo pienso que si lo consideran tan perfecto, ya no tendrían que suceder tales hechos ultrajantes. Además, el título en castellano (en original Fair Game) despista bastante al espectador, pues hasta más o menos la mitad del metraje, no se comprende claramente lo de la espía a la que se debe cazar.

Eso sí, las interpretaciones de Naomi Watts y Sean Penn resultan intensas y convincentes dentro de un conjunto desvaído y adocenado.

En definitiva, escaso entusiasmo el que me ha deparado este filme.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Lamento enterarme de tu problema de salud, aunque en esta profesíón, en estos momentos, y con tantos apoyos como recibimos de dentro y de fuera, más de uno estamos al borde de un histérico ataque de histeria...
recuerdos y deseos de mejoría desde tierras manchegas.

Tepes dijo...

Gracias.
Vamos saliendo, poco a poco, pero saliendo.
Un abrazo.