lunes, 14 de junio de 2010


NO HE DE CALLAR, POR MÁS QUE CON EL DEDO,
YA TOCANDO LA BOCA O LA FRENTE,
SILENCIO AVISES O AMENACES MIEDO.
(FRANCISCO DE QUEVEDO)

Mea culpa. Llevo muchísimo tiempo sin actualizar este variopinto blog. Pero lo que se vaticinaba como un fin de curso tranquilo ha devenido en inesperados giros vitales y escasez de tiempo para tamaños menesteres.

Completo la presente entrada con una nueva encuesta, a colación de la película comentada, y remato la anterior refiriendo que el 75% de los que habéis respondido reconocéis (y reconozco) que robaríais a los ricos en beneficio propio, que anda la cosa muy malita.

Y en lo concerniente a Legión, la última película a cuya proyección he asistido, he aquí mi opinión, expresada con tenues pinceladas:

1. El guión responde a una revisitación de todo un clásico: Terminator. Eso sí, con alas y mucha mala leche angelical.

2. Visto el tráiler, visto todo lo mejor del filme.

3. Los actores dan pena, penita, pena. ¿Era necesario que todos adoptasen ese sempiterno gesto entre ausente y bobalicón?

4. Los efectos especiales son paupérrimos, lo que no importaría si el argumento se sustentase sobre algo sólido. El candor técnico -tal vez debido al bajo presupuesto de este filme- no está reñido con la eficacia apocalíptica.

5. Para subsanar dichas carencias técnicas, la película ofrece escenas de pretendida trascendencia en los diálogos para caracterizar a los personajes (cuando, lo que importa es cargárselos). Estos intercambios de pareceres aburren y, finalmente, no aportan nada.

6. Un producto puede ser modesto y no antojarse, por ello, un bodrio.

7. Añade tú la razón que consideres oportuna.

Espero volver pronto con ustedes, perráncanas y perráncanos.

No hay comentarios: