lunes, 8 de marzo de 2010


LA HISTORIA DE UN AMOR
ES EL DRAMA DE SU LUCHA
CONTRA EL TIEMPO.
(PAUL GÉRALDY)

Con una semana de retraso llega la crítica de Daybreakers, la ultimísima vuelta de tuerca al género vampírico.

Ya avancé en la anterior entrada que la película de los hermanos (por cierto, gemelos) Michael y Peter Spierig me gustó de principio a fin. Por esto afirmé que, si Shakespeare hubiera ideado una pieza sobre chupópteros, pudiera haberse tratado de ésta.

El único inconveniente que detecté es que, al tratarse de un guión primerizo de los mismos realizadores (a pesar de que la línea argumental es bastante novedosa), los diálogos flojean un tanto y no recuerdo ninguna frase que quedara para la posteridad.

Por lo demás, les agradezco a estos neófitos:

1. La presencia de dos actores que siempre dignifican su trabajo: Ethan Hawke (tal vez demasiado comedido como vampiro concienciado) y Willem Dafoe (tan magistral como siempre).

2. La ausencia de una historia de amor que distorsione el espíritu sangriento del filme.

3. Los momentos gore, sobre todo en el tramo final del largometraje. El desparrame de hemoglobina es demencial y recuerda las más lucidas manifestaciones del género de terror.

4. La presentación de una sociedad plenamente vampírica: ya no se trata de un ser de ultratumba y de algún que otro secuaz contra todos los humanos, sino de la infinitud de los Hijos de la Noche contra la escasez de los no-muertos.

5. La presencia de alguna no disimulada crítica contra las actuaciones de las sociedades tiránicas, en especial los consabidos holocaustos que "justifican" la supervivencia o la primacía de quienes ostentan el poder.

6. Su intencionado toque de serie B, que tantos otros filmes me trae al recuerdo.

En conclusión: Imperdonable su no visionado, sobre todo si os consideráis seguidores de este género.

Por cierto, me alegra muchísimo que Avatar no haya logrado todos los Oscar que se le auguraban. Bastante tienes con las recaudaciones, James Cameron.

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