lunes, 21 de diciembre de 2009


NADA HAY SOLITARIO EN LA TIERRA.
CREEMOS EL HOMBRE NUEVO CANTANDO.
(RAFAEL ALBERTI)

Con el dedo del ordeno y mando que puede admirarse el la Plaza de la Defensa de París, conjuro al Fatum para desearos unas felicísimas fiestas. En estos días todos los mensajes son muy similares, pero no está de más sumarse al propósito de anhelar para toda la buena gente, sobre todo para las perráncanas y perráncanos de pro, el más alto grado de pletórica alegría. Muchas y sanas carcajadas para todas y todos.

Por lo demás, objetivos casi cumplidos. A destacar el hecho de que este sábado pasado la PerrancAna Mayor del Reino acudió a Granada para asistir al concierto que Joaquín Sabina ofrecía en el Palacio de Congresos. Disfruté mucho con su compañía, sobre todo siendo testigo de su catarsis sabinera, exaltación jubilosa -cuando no lacrimosa- de la mitomanía que la embarga con este personaje-actor-poeta. Y, aunque le prometí una ácida crítica en esta página, como estoy que ni me conozco a mí mismo, le regalo a mi canallesca progresilla un silencioso comentario. De todas formas, ya le expresé lo que pensaba de aquella ceremonia litúrgica. Besos para ti, perráncAna, fidelísima sabinista.

Reitero mis mandatos de felicidad para ustedes.

Que el mazapán os acompañe.

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