martes, 26 de julio de 2011


DESDE EL COMIENZO PUEDE ASEGURARSE EL FIN.
(QUINTILIANO)

Llega el momento de las despedidas. Y Harry Potter y las reliquias de la muerte (Parte II) nos depara un fin de fiesta de un poco más de dos horas en el que todo el argumento se focaliza hacia una traca-desenlace con muchas imperfecciones narrativas (un hecho que, de todas formas, ya era perceptible en el resto de las películas de la saga mágica).

Debo reconocer (y no me avergüenzo) que ésta es la única película del rapaz mago que he visionado en una sala de cine (la circunstancia lo exigía: había que depararle unas exequias dignas). El resto de las aventuras llegaron a mi conocimiento por medio del soporte DVD (e incluso el VHS). Y, sea como fuere, la impresión vuelve a ser la misma: el filme entretiene por lo que es, un simple espectáculo arraigado en la comercialidad que procura cerrar todos los frentes abiertos en las anteriores siete películas.

Y aquí está lo penoso, el hecho de encontrarnos con diez años de la existencia de un Harry Potter que, finalmente, y como en tantas otras lecturas, se nos revela como un mesías chiripitifláutico, que debe seguir las reglas más que manidas del enfrentamiento entre el Bien y el Mal (además, con referencias tan explícitas que resultan ridículas: pecado original, amor redentor, muerte y resurrección, descenso a los infiernos, etc.). ¿Tanta pirotecnia para subrayar el sempiterno mensaje de que somos lo que somos por nuestras obras? ¿De que trascendemos a la muerte por el recuerdo de aquellos que nos amaron? ¿De que el llamado hombre nuevo nace de nuestra lucha interior? Pues menuda chorradita, señora J.K. Rowling. Al menos, podía haber procurado disimular un poco mejor su carpetovetónico discurso.

En fin, ésta es solamente mi opinión. Así que acudid al cine y formad la vuestra asistiendo al enfrentamiento entre HarryCristo Potter y el Tío de la Vara (perdón, Lord Satán Voldemort). Por cierto, qué pena de doblaje para el chatungo tenebroso.

martes, 19 de julio de 2011


LOS PLACERES SENCILLOS
SON EL ÚLTIMO REFUGIO
DE LOS HOMBRES COMPLICADOS.
(OSCAR WILDE)

Bien, perráncanas y perráncanos estivales, aquí tenéis otra imagen off the record de la estupendísima comedia musical Drácula The Musical: ellas son Paqui Zapata y Patri Guisado caracterizadas como pueblerinas transilvanas y dispuestas a ejecutar la primera danza de la pieza.
Y, qué se le va a hacer, revolviendo entre viejos y paupérrimos papeles, he encontrado este poema en prosa que, en su día, escribí muy influenciado por los poetas malditos de finales del siglo XIX. Así que de él dejo constancia en las siguientes líneas (admito que ofrece escasísima relación con la alegría que desprende la fotografía, pero ya sabéis que adoro lo paradójico). ¡Atención, atención!

Quisiera romperme y extenderme, alcanzar con esta explosión de vísceras el sueño de lo absoluto. Y que nadie, salvo yo en mi insalvable egoísmo, gozase de esta corrupción de mi hálito. Porque nadie, salvo yo en mi orgiástica individualidad, merece este castigo que redimirá las contritas aristas de mi pensamiento.
Vomito mentiras que he convertido en verdades. No deseo sentir, y no por el adosado sufrimiento, sino por que la felicidad, la plenitud, carecen de significado.
Si os rechazo, comprendedme: de esta forma no habrá más lacería que la encadenada subordinación de lo perecedero. Debéis permitir que me consuma, que me derrote. Únicamente. Y sin gratitudes.
Vomito verdades que he convertido en mentiras. No deseo vencer, y no por la ridícula tonada, sino por que el padecimiento, el éxtasis, magnifican el caos.
Si no os rechazo, negadme: de esta forma no habrá más sonoridad que el silente alarido de lo descarnado. Debéis saber que ya he sido abatido, que me he aniquilado. Solamente. Y sin condenarme.

Menuda ralladura.
¡Hasta muy pronto!

jueves, 7 de julio de 2011





FUERA DEL PERRO,

EL LIBRO ES EL MEJOR AMIGO DEL HOMBRE.

DENTRO DEL PERRO,

QUIZÁ ESTÉ MUY OSCURO PARA LEER.

(GROUCHO MARX)


Ya iba siendo hora de que presentara oficialmente a la última incorporación de la familia perráncana. Con todos los honores, aquí tenéis a Laly. La adoptamos hará algo más de un mes y ya se ha hecho indispensable. Tiene tres años, le encantan las salchichas y es una estupenda portera de fútbol. También es bastante asustadiza.


Y otra imagen de Drácula The Musical. En esta ocasión, Mina Sheward (Carla Muñoz) está siendo preparada por las vampiresas Satanasa, Luciferina y Pandemonia (María Linares, Miriam Ríos y Victoria Huertas) para convertirse en la nueva esposa del vampiro. En las labores de acicalamiento les acompaña una ya no-muerta Lucy (Tatiana Heredia) y una observadora Madame Magenta (Iván Shukodoev).


Esta tarde comienza la última fase (espero) de la Operación Dentista.


¡Más felices vacaciones!


Y gracias por tu felicitación, Daeron.

lunes, 4 de julio de 2011


LA CAPACIDAD DE REÍR JUNTOS
ES EL AMOR
(FRANÇOISE SAGAN)

¡Por fin tiempo de ocio vacacional! Compartir tiempo con mi gente, viajar a lo conocido o a lo desconocido, leer sin que los párpados se cierren, ver las películas que esperaban su oportunidad...
¡Felices días para todo el mundo!

Como podréis haber comprobado en el otro blog del que me ocupo (www.bibliobulyana.blogspot.com), la representación de Drácula The Musical resultó un éxito (a pesar de los fallos técnicos que un ordenador maleado nos propició). Aquí os dejo una imagen de la obra: el momento en que Jonathan Harker (Christian Pérez) le entrega a Drácula (Juanjo Morales) el documento por el que se ha convertido en el poseedor del Monasterio de Pulianas City; y todo esto bajo la atenta mirada del ama de llaves del vampiro, Madame Magenta (Iván Shukodoev). A la izquierda de la imagen podéis ver a nuestro fichaje estrella: el esqueleto Gustavo.

En otro orden de cosas, hace ya tiempo que le prometí a mi poetisa favorita que le publicaría el siguiente poema y que os ofrecería una dirección en la que podéis comprobar las múltiples facetas de esta humanista mujer (especialmente, su obra pictórica y poética). La página web es www.naranjoparis.com y el poema expresa:

Tú eres locura.
Él es locura.
Ellos son locura.
Y yo...
soy la locura
que cuchichea
entre los pensamientos
de aire y polvo;
la que habita
sin principio
ni fin de la idea;
la que no cierra los ojos
ante la mirada del ciego;
la que ya no cree en los cuentos
que se llenan de sombra
y cautiverio.
Yo soy la locura...

¡Hasta pronto, perráncanas y perráncanos!