lunes, 7 de mayo de 2018

SALE DE LA GUERRA PAZ;
DE LA PAZ, ABUNDANCIA;
DE LA ABUNDANCIA, OCIO;
DEL OCIO, VICIO;
DEL VICIO, LA GUERRA.
(FRANCISCO DE QUEVEDO)

Doble ración cinematográfica para hoy, de las inestimables mano y opinión crítica del eximio razonador Cipriano Jiménez.


VENGADORES: INFINITY DURATION

La nueva secuela de Marvel, dirigida al alimón por Anthony Russo y Joe Russo, de la que todo el mundo ha oído hablar durante estos días, ha llegado a las pantallas después de arrasar en la publicidad y en el merchandising.
 
Como siempre, en la cinta encontramos ese estilo de acción frenética que dota a las escenas de un ritmo muy adecuado para este tipo de cine. El unir tantos elementos en un proyecto no había salido muy bien en el pasado, pero en esta ocasión la personalidad tan distinta de cada personaje ha beneficiado en la mejora de interacción entre ellos.  De entre este amplio paisanaje, destaco el de el Doctor Strange por la sabia aportación de carisma con el que dota Benedict Cumberbatch a este vengador.

Para variar, un CGI impresionante y un fantástico equipo técnico que, sin duda, aporta un matiz bastante más maduro en el ámbito narrativo-visual del que no estamos acostumbrados a ver en Marvel.

El único punto negativo que puedo expresar para Vengadores: Infinity War es su excesiva duración. Es una historia que se desarrolla lentamente con el objetivo de alargar el formato de duración, y es algo que se nota. Si esto último no hubiera sido así, tendríamos un perfecto film de superhéroes luchando por el universo con tonos más complejos que el resto de películas de este género y que, además, no tomaríamos mucho tiempo en ver. Sin duda sería muy eficiente en una campaña publicitaria…

Mi puntuación: 5’7/10



PROYECTO ROMPERITMO

En esta cinta tenemos la oportunidad de disfrutar de la evolución de ese cine, de serie ‘B’, de los 60’s en el que un temible monstruo simbolizaba a los comunistas y a la MAD (Destrucción Mutua Asegurada). La Guerra Fría trajo algunos títulos de culto como La invasión de los ladrones de cuerpos o La guerra de los mundos, y también un género que ha sido desarrollado hacia una rama distinta después de 50 años.

Proyecto Rampage no se mantiene a la sombra de Avengers: Infinity War, como estaba previsto para las taquillas españolas. Debido a que ambos estrenos estaban muy cercanos en el tiempo, es de suponer que la Marvel no se ha ‘portado’ como en otras ocasiones. 

Pero me olvido de tanta introducción y comenzamos con la crítica…

Hay que centrarse en la situación del conflicto, Dwayne Johnson en su labor de neutralizar a un gorila, un lobo y una serpiente modificados genéticamente que arrasan una ciudad entera y a su población.

Esta es la principal perspectiva de la película, pero yo añadiría otra como es el tono animalista. Desde la sencillez con la que se ha tratado este punto de vista, aún podemos entender a estos monstruos gigantes como víctimas de las empresas que los han contagiado con diversas sustancias. Como era de esperar, todo englobado por un magnífico CGI y unos diseños brillantes que sin duda te acogen en una acción frenética. 

Ahora bien, llegamos al punto no tan positivo: esta acción frenética es extendida innecesariamente para que la cinta llegue al maldito formato de las dos horas como mínimo. El final de la película parece que no llega nunca debido a que el ritmo narrativo de la lucha siempre es el mismo y no avanza, haciendo creer a los espectadores que están en un combate en bucle. 

Pero, sin duda, sólo por el resto de la hora y veinte con ese humor simplón, pero que funciona, y la carga visual de la transformación de los animales, merece la pena.

Mi puntuación: 6/10

¡Hasta pronto!

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