LA LECTURA HACE AL HOMBRE COMPLETO;
LA CONVERSACIÓN, ÁGIL;
Y EL ESCRIBIR, PRECISO.
(SIR FRANCIS BACON)
Ayer,
durante una intensa reunión, me visitó la musa creativa y me lancé a
escribir al modo clásico, que tiene su aquel. Mi propósito era construir
un adocenado soneto, pero, finalmente, me quedé únicamente en los dos
cuartetos iniciales.
Como
ha transcurrido muchísimo tiempo desde que os ofrecí un texto personal,
aquí os dejo esos dos cuartetos. A ver qué os parecen.
Recibí de tus labios frío acero,
si un día antojo halagüeño de olvido,
hoy por luces desabridas regido
y en el fiel mañana pesar ligero.
Que amor ayer mostrárase sincero,
hizo de mi deseo fin temido,
adverso consuelo por ti movido,
ternura a la que me volví primero.
Que amor ayer mostrárase sincero,
hizo de mi deseo fin temido,
adverso consuelo por ti movido,
ternura a la que me volví primero.
¡Hasta pronto!
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