EL EGOÍSTA SE AMA A SÍ MISMO SIN RIVALES.
(CICERÓN)
Mientras visiono una (según los tiempos que corren) ya vieja serie británica, The Office, que plasma el día a día de una empresa papelera, compruebo con deleitación qué fácil resulta recoger en el guión las demostraciones universales de la estulticia humana.
Trasladar a cualquier ambiente laboral a todos los especímenes que pululan por esta oficina se convierte en una tarea fácil.
E identificarnos con alguno de estos personajillos nos puede divertir o enojar.
Ahí quedan (y quedamos) para la posteridad.
¡Ay, el ser humano!
Trasladar a cualquier ambiente laboral a todos los especímenes que pululan por esta oficina se convierte en una tarea fácil.
E identificarnos con alguno de estos personajillos nos puede divertir o enojar.
Ahí quedan (y quedamos) para la posteridad.
¡Ay, el ser humano!