jueves, 5 de noviembre de 2015

NUNCA ME ENFADO POR LO QUE LA GENTE ME PIDE,
SINO POR LO QUE ME NIEGA.
(ANTONIO CÁNOVAS DEL CASTILLO)

No tienen suficiente con cuestionar los resultados achacando su fracaso a los demás, incapaces de aceptar que la derrota es sólo suya.

No tienen suficiente con contribuir a que el trabajo de los demás únicamente encuentre obstáculos para su correcto desarrollo, negando medios y, lo más importante, buena voluntad.

Ahora, los narcisistas frustrados se proclaman pontífices máximos de su verdad absoluta, construida a base de mentiras, y paladines del conveniente funcionamiento del sistema, corrompido por su absoluta carencia de empatía y respeto.

De ahí mi enfado (o mi cabreo monumental) y mis reacciones.

Porque he decidido combatirlos con sus propias armas.

Yo también sé jugar.  

No hay comentarios: