SI TE CAES SIETE VECES,
LEVÁNTATE OCHO.
(PROVERBIO CHINO)
Una vez más, aquí os dejamos dos visiones acerca de la afamada película La La Land (La Ciudad de las Estrellas), una la de Cipri y otra la del que suscribe.
Por cierto, empiezo yo. Para esta crítica, debo dejar claro que el aquí presente se considera fan declarado del género musical.
TRES RAZONES PARA QUE TE GUSTE LA
CIUDAD DE LAS ESTRELLAS (LA LA LAND)
1. Es un correcto ejercicio de estilo
que homenajea uno de los géneros por excelencia de la industria cinematográfica
norteamericana: el musical. Gracias a su visionado, un desconocedor del tema
recibe una intensa y comprimida lección de historia, lección que puede devenir
en un proceso de indagación que depare magníficas degustaciones. En este
aspecto, los últimos diez minutos de la cinta deberían ser de obligatorio
estudio en las escuelas de cine.
2. La película demuestra que es posible
generar un musical con coreografías sencillas y una estética colorista sin
incurrir en barroquismos excesivos. A esto igualmente contribuye el encomiable
trabajo de la pareja protagonista, Emma Stone y Ryan Gosling.
3. Como público, adoro la ironía que
encierran muchos mensajes. Y este filme se orquesta sobre un discurso en el que
este tono campa a sus anchas. Y, si además se sustenta en una brillante
planificación de la labor de la cámara y del tratamiento de la luz,
indudablemente este tornado acaba por absorberte.
TRES RAZONES PARA QUE NO TE GUSTE
LA CIUDAD DE LAS ESTRELLAS (LA LA LAND)
1. A
pesar de ser un correcto ejercicio de estilo, la trampa autocomplaciente
resulta evidente en exceso y demuestra su ansiosa búsqueda del Óscar. El filme
(excepto en la inversión de la fórmula de chico encuentra chica, que aquí se
convierte en chica encuentra chico) no aporta ninguna originalidad. Incluso la
línea argumental de la persecución obsesiva del éxito y del insoportable peso
de la fama que conducen al fracaso ya
fue tratada magistralmente por Martin Scorsese en su película New York, New
York (1977).
2. La aparente sencillez estilística puede ser tachada,
en ocasiones, de descuidada. A esto puede contribuir el excesivo metraje de la
película, que recoge tramos verdaderamente prescindibles por innecesarios,
tramos que coinciden con algún número musical que, evitándose, podría aligerar
el peso temporal.
3. La cacareada ironía se me depara falsaria cuando el
propósito es el nítido reconocimiento del trabajo realizado. Lo siento, pero
nunca he aceptado la máxima maquiavélica de que “El fin justifica los
medios”. La autocrítica complaciente es
propia de sociedades avejentadas que, cuando no saben qué inventar, dicen
reírse de sí mismas para justificar su existencia.
Y, para acabar, la visión de Cipri.
Sin duda, uno de los proyectos
'hollywoodienses' más esperados de los últimos meses y, de prácticamente, todo
el año.
Un musical que se vuelca en el
día a día, en los problemas que todos tenemos, en lo cotidiano.
Dos personajes principales,
realistas, frustrados, pero con grandes personalidades que utilizan como escudo
para seguir ahí.
La La Land (La Ciudad de las
Estrellas), ¿realmente merece la pena?
Empecemos por sus 14 nominaciones
a los Oscar. La película tiene grandes detalles en lo que se refiere a los
números musicales, a Los Ángeles, los escenarios, etc. Así que, desde mi punto
de vista, tendría más en cuenta unas nominaciones más técnicas que artísticas.
El vestuario y el ambiente de Los Ángeles está muy conseguido, la dirección de
fotografía, de arte, las coreografías... Todo lo englobaría en estos premios.
Pero, precisamente, creo que las actuaciones de Ryan Gosling y Emma Stone no se merecen un Oscar. Y los de
la Academia parece ser que opinaron lo mismo.
Sigamos por otro lado. En los
tráilers se veía como una gran producción: grandes números musicales, Los
Ángeles siempre presente, etc. Una vez visionada la película, el resultado no
quedó muy lejos de lo que fue en realidad, pero esperaba más. Me cautivaron las
coreografías espectaculares al inicio y punto medio del metraje. A partir de
ahí, la historia se desarrolla a un ritmo más lento y deja de ser un musical
por completo, para dejar espacio al conflicto, lo cual se agradece. Por tanto,
tenemos un guión más elaborado de lo que se llegaba a ver en los tráilers. Sin
duda, fue un final amargo, que me resultó muy bien escogido.
En resumen. Una montaña rusa de
emociones, con ambiente de jazz, con toques del Hollywood de oro, emotiva,
llena de sentimientos, pero, como musical, no termina de funcionar.
Mi puntuación es: 7,1