martes, 21 de febrero de 2017

SI TE CAES SIETE VECES,
LEVÁNTATE  OCHO.
(PROVERBIO CHINO)

Una vez más, aquí os dejamos dos visiones acerca de la afamada película La La Land (La Ciudad de las Estrellas), una la de Cipri y otra la del que suscribe.

Por cierto, empiezo yo. Para esta crítica, debo dejar claro que el aquí presente se considera fan declarado del género musical.

TRES RAZONES PARA QUE TE GUSTE LA CIUDAD DE LAS ESTRELLAS (LA LA LAND)

1. Es un correcto ejercicio de estilo que homenajea uno de los géneros por excelencia de la industria cinematográfica norteamericana: el musical. Gracias a su visionado, un desconocedor del tema recibe una intensa y comprimida lección de historia, lección que puede devenir en un proceso de indagación que depare magníficas degustaciones. En este aspecto, los últimos diez minutos de la cinta deberían ser de obligatorio estudio en las escuelas de cine.

2. La película demuestra que es posible generar un musical con coreografías sencillas y una estética colorista sin incurrir en barroquismos excesivos. A esto igualmente contribuye el encomiable trabajo de la pareja protagonista, Emma Stone y Ryan Gosling.

3. Como público, adoro la ironía que encierran muchos mensajes. Y este filme se orquesta sobre un discurso en el que este tono campa a sus anchas. Y, si además se sustenta en una brillante planificación de la labor de la cámara y del tratamiento de la luz, indudablemente este tornado acaba por absorberte.

TRES RAZONES PARA QUE NO TE GUSTE LA CIUDAD DE LAS ESTRELLAS (LA LA LAND)

1. A pesar de ser un correcto ejercicio de estilo, la trampa autocomplaciente resulta evidente en exceso y demuestra su ansiosa búsqueda del Óscar. El filme (excepto en la inversión de la fórmula de chico encuentra chica, que aquí se convierte en chica encuentra chico) no aporta ninguna originalidad. Incluso la línea argumental de la persecución obsesiva del éxito y del insoportable peso de la fama que conducen al fracaso ya fue tratada magistralmente por Martin Scorsese en su película New York, New York (1977).

2. La aparente sencillez estilística puede ser tachada, en ocasiones, de descuidada. A esto puede contribuir el excesivo metraje de la película, que recoge tramos verdaderamente prescindibles por innecesarios, tramos que coinciden con algún número musical que, evitándose, podría aligerar el peso temporal.

3. La cacareada ironía se me depara falsaria cuando el propósito es el nítido reconocimiento del trabajo realizado. Lo siento, pero nunca he aceptado la máxima maquiavélica de que “El fin justifica los medios”.  La autocrítica complaciente es propia de sociedades avejentadas que, cuando no saben qué inventar, dicen reírse de sí mismas para justificar su existencia.


Y, para acabar, la visión de Cipri.

Sin duda, uno de los proyectos 'hollywoodienses' más esperados de los últimos meses y, de prácticamente, todo el año.

Un musical que se vuelca en el día a día, en los problemas que todos tenemos, en lo cotidiano.

Dos personajes principales, realistas, frustrados, pero con grandes personalidades que utilizan como escudo para seguir ahí.

La La Land (La Ciudad de las Estrellas), ¿realmente merece la pena?

Empecemos por sus 14 nominaciones a los Oscar. La película tiene grandes detalles en lo que se refiere a los números musicales, a Los Ángeles, los escenarios, etc. Así que, desde mi punto de vista, tendría más en cuenta unas nominaciones más técnicas que artísticas. El vestuario y el ambiente de Los Ángeles está muy conseguido, la dirección de fotografía, de arte, las coreografías... Todo lo englobaría en estos premios. Pero, precisamente, creo que las actuaciones de Ryan Gosling y  Emma Stone no se merecen un Oscar. Y los de la Academia parece ser que opinaron lo mismo.

Sigamos por otro lado. En los tráilers se veía como una gran producción: grandes números musicales, Los Ángeles siempre presente, etc. Una vez visionada la película, el resultado no quedó muy lejos de lo que fue en realidad, pero esperaba más. Me cautivaron las coreografías espectaculares al inicio y punto medio del metraje. A partir de ahí, la historia se desarrolla a un ritmo más lento y deja de ser un musical por completo, para dejar espacio al conflicto, lo cual se agradece. Por tanto, tenemos un guión más elaborado de lo que se llegaba a ver en los tráilers. Sin duda, fue un final amargo, que me resultó muy bien escogido.

En resumen. Una montaña rusa de emociones, con ambiente de jazz, con toques del Hollywood de oro, emotiva, llena de sentimientos, pero, como musical, no termina de funcionar.

Mi puntuación es: 7,1