jueves, 23 de octubre de 2014



Pues sí... Como quien no quiere la cosa, y aunque no lo parezca, el otoño ya está aquí.

Aquí queda este poema, Alma ausente, de Federico García Lorca como muestra.

El otoño vendrá con caracolas,
uva de niebla y montes agrupados,
pero nadie querrá mirar tus ojos
porque te has muerto para siempre.

En otro orden de cuestiones, continúo en el proceso de actualizarme en series de televisión en un momento en que se han juntado varias terceras temporadas: las de Homeland, Grimm y American Horror Story: Coven.

Por otra parte, he finalizado la quinta temporada de Crónicas vampíricas. A pesar de mi conocida querencia por el tema, la serie ya se ha convertido, según mi modesta opinión, en un más de lo mismo, y mi único entretenimiento consiste en contabilizar cuántos cuellos se parten a troche y moche (ante cualquier problema con alguien, rómpele el cuello y sal corriendo), y en apostar por quién puede morir y/o volver a la vida o la no-vida. De hecho, en uno de los contenidos extras, los mismos actores bromean acerca de estos temas, demostrando que se les escapan o difuminan los giros argumentales que juegan con dichas posibilidades. En fin, en cuanto supere la resaca de colmillos adolescentes, tengo previsto visionar la primera temporada de Los Originales, serie nacida a la penumbra de la anterior.

¡Hasta pronto!