martes, 24 de mayo de 2011



ÚNICAMENTE CON VERDAD

NO SE ESCRIBE POESÍA.

HAY QUE PERSUADIR.

(JOSÉ HIERRO)


¡Cuánto tiempo, perráncanas y perráncanos!


Para que sepáis que sigo por este mundo, aquí os dejo una fotografía a la que le tengo mucho cariño y en la que aparezco caracterizado como Neronius en pleno Foro de Roma.


Y os ofrezco otro poema de nuestra poetisa por excelencia.


Me habéis pedido

que cante mis poemas

y, al recitar,

reconozco, con certeza,

que mi voz tiembla

ante la impotencia

de transmitir

el sentir de unos versos.


Mi voz no puede

desnudar vuestra alma

a la vez

que desnuda la mía;

ni puede explicar

anhelos verdaderos,

que, sobre el papel,

van navegando

en busca de sosiegos.


Mi voz no puede

hacer sentir temblor

de emociones;

ni contagiar

los sinsentidos,

las alegrías

o la inocencia

en el brillo

de unos ojos soñadores.


Mi voz no puede explicar

el secreto,

lo supremo,

la belleza

que se encierra

en un poema.


¡Mi voz no puede!


Pero mi mano,

poseída de vanidad,

deja a un lado la razón

y se une a mi alma de poeta;

y escribe,

y escribe,

y escribe pensamientos

y sentimientos

que peregrinan

entre silencios.


Mi mano

intenta manifestar

sufrimientos

y gozos

que abrasan

hasta lo infinito,

deseando plasmar la magnitud

de un Todo

y de una Nada.


Finalmente,

al terminar de escribir,

vuelvo a la razón.

Y me doy cuenta

de que mi alma siente.


Pero mi voz,

mi mano

y mi entendimiento

no pueden explicar

la esencia de lo absoluto.

miércoles, 4 de mayo de 2011




LA PRIMAVERA HA VENIDO,
NADIE SABE CÓMO HA SIDO.
(ANTONIO MACHADO)


Una vez más (y ya van...) mis disculpas por la tardanza manifiesta a la hora de actualizar este blog. Pero era necesario centrar la atención en otros menesteres (ya superados y con éxito, parece ser).


Así que retomo el sendero y lo hago con una sonrisa. Aquí tenéis un poema primaveral de Juan Ramón Jiménez y la valoración aportada por una mente egregia.


¡Mañana de primavera!

Vino ella a besarme, cuando

una alondra mañanera

subió del surco, cantando:

"¡Mañana de primavera!".


Le hablé de una mariposa

blanca, que vi en el sendero;

y ella, dándome una rosa,

me dijo. "¡Cuánto te quiero!

¡No sabes lo que te quiero!".



¡Guardaba en sus labios rojos

tantos besos para mí!

Yo le besaba los ojos...

- ¡Mis ojos son para ti;

tú para mis labios rojos!


El cielo de primavera

era azul de paz y olvido...

Una alondra mañanera

cantó en el huerto aún dormido.

Luz y cristal su voz era

en el surco removido...

¡Mañana de primavera!


Comentario (y transcribo tal cual):


Un día de primavera, por la mañana, un niño y una niña hablando, diciéndose cosas bonitas y un pájaro cantando dando por culo. ¡Mañana de primavera!


Pues que es muy bonita esta poesía porque trata de dos personas muy queridas que se besan mucho , y todo eso lo hacen en una mañana de primavera. También da la casualidad de que canta un pájaro con un collar negro de fondo y que muy bonito. Se dicen demasiadas cosas bonitas, como: ¡mis ojos son para ti!, ¡cuánto te quiero!, etc... Aunque, en verdad, a esas horas de la mañana no hay ganas de nada y ellos sí tenían ganas. Que me gusta mucho esta poesía.